En el vibrante mundo de las carreras de autos, existen eventos que van más allá de la velocidad y la adrenalina, eventos que se han convertido en auténticas tradiciones. Uno de estos ejemplos es la Last Row Party, una celebración única que forma parte del folclore de las prestigiosas 500 Millas de Indianápolis.
La Last Row Party, o Fiesta de la Última Fila, se lleva a cabo el jueves previo a la emblemática carrera. Es un evento especial dedicado a los valientes pilotos y equipos que se clasificaron en la última fila de la parrilla de salida. Ellos son los grandes protagonistas de la velada, aunque con un detalle: son ridiculizados por ocupar la última fila de la parrilla.
Este año las bromas estarán destinadas a Christian Lundgaard (Rahal Letterman Lanigan Racing), Sting Ray Robb (Dale Coyne Racing) y Jack Harvey (Rahal Letterman Lanigan Racing).
Además de venderse remeras con sus rostros caricaturizados, se les hacen chistes y bromas por ser los últimos del lote. Pese a que esto puede sonar mal, los pilotos se toman esto con mucho humor ya que es una de tantas tradiciones de las Indy 500.
Más allá del particular objetivo de esta fiesta es una oportunidad para que todos los competidores se conecten, intercambien anécdotas y refuercen los lazos en un ambiente de camaradería.
La Last Row Party también es una buena oportunidad que tienen los fanáticos, previo pago de una entrada, de ingresar a la cena y ver a todos los pilotos que el último domingo de mayo serán protagonistas de la legendaria carrera.
Esta festividad es una de las muchas tradiciones arraigadas en las 500 Millas de Indianápolis, una carrera que rebosa de folclore y rituales significativos.
Una tradición ineludible es el festejo con una botella de leche. Siguiendo una práctica que comenzó en 1936, el piloto victorioso tiene el honor de beber leche fría para celebrar su triunfo. Esta costumbre se ha convertido en un símbolo de la carrera, rindiendo homenaje a la victoria y recordando los orígenes de este gran evento automovilístico.
Además, antes de la carrera, se realiza una emocionante interpretación de la canción Back Home Again en Indiana que evoca el sentido de pertenencia y el orgullo de competir en esta legendaria carrera en suelo indio.
La Last Row Party, junto con estas tradiciones emblemáticas, es un testimonio del espíritu único que rodea a las 500 Millas de Indianápolis. Más allá de la competencia, la carrera se enriquece con rituales arraigados en el pasado, brindando a los pilotos, equipos y fanáticos una experiencia inolvidable.
Muy buena nota 👍