Si bien los argentinos pusieron todas sus miradas en la actuación de Agustín Canapino en las 500 Millas de Indianápolis también se debe destacar la actuación de su equipo, el Juncos Hollinger Racing.
En su primera participación con dos autos en la mítica carrera, la escudería regenteada por Ricardo Juncos tuvo su momento de protagonismo al aprovechar las circunstancias propias del evento.
El británico Callum Ilott largó 27°, llegó a puntear e incluso lideró el “2-3” que completó Canapino a veinte vueltas del final. Sin embargo, la necesidad de que ambos tuviesen que ingresar a cargar combustible los hizo retroceder hasta los puestos 15° y 16° cuando a carrera le quedaban pocos giros.
Finalmente, Ilott cruzó la meta en el 12° lugar; mientras que Canapino abandonó como consecuencia de una maniobra de evasión contra el auto del francés Simon Pagenaud que terminó contra el muro.
“Estoy muy contento con todo el equipo. Ha sido un gran resultado para Callum. Terminó 12° porque ganó confianza y el coche mejoró a medida que avanzábamos en la carrera. En el último stint estuvo excelente”, explicó Juncos.
“Ha sido una carrera loca, con muchas caídas. Al igual que Callum, Agustín estaba haciendo un muy buen trabajo y ambos estaban luchando por terminar entre los diez primeros al final. A pesar de su colisión, Agustín manejó muy bien en su primera Indy 500 y estoy contento con el duro trabajo del equipo tras un comienzo difícil”, agregó el co propietario del JHR.
Ahora la escudería de Juncos apunta sus cañones al Gran Premio de Detroit, séptima fecha del IndyCar, que se realiza este fin de semana.