Durante la década de 1990 en la Argentina hubo una categoría que llegó a tener tanta importancia como el mismísimo Turismo Carretera. Se trataba del Supercart. Ambas divisiones utilizaban los mismos modelos, Ford Falcon, cupé Chevy, Dodge GTX y Torino, aunque con una mecánica distinta. Mientras el TC limitaba sus motores a 3.000 cm3, en el Supercart podían competir vehículos de hasta 4.000 cm3, permitiendo la integración de autos de otras categorías zonales.
También se diferenciaban por los lugares donde corrían. El Supercart tenía un calendario que incluía diferentes autódromos de todo el país. El TC, en tanto, también utilizaba semipermanentes y concentraba su actividad en la provincia de Buenos Aires, más allá de algunas esporádicas visitas a Mendoza, Río Negro, Santa Fe, Entre Ríos, Chubut y Córdoba.
El origen del Supercart está en el Stock Car Argentino, una categoría zonal creada en 1985. Tras afianzarse como una opción para aquellos pilotos que preferían la seguridad de los autódromos a los riesgosos semipermanentes que usaba el TC, a principios de los ’90 se realizó una evolución técnica con el objetivo de seducir a pilotos de primer nivel.
Esta modificación reglamentaria, que permitía una mayor preparación en los vehículos en la parte de la suspensión y la aerodinámica, y una disputa interna derivó también en un cambio de nombre: la categoría fue rebautizada como Supercart. Asimismo, dejó de ser un campeonato zonal y en 1991 logró el status de nacional otorgado por la Comisión Deportiva Automovilística del Automóvil Club Argentino.
Para el crecimiento del Supercart fue clave el apoyo de Campeones, la organización periodística creada por Carlos Alberto Legnani. No solo transmitía todas sus carreras por radio, sino que también estaba a cargo de la televisación.
Esa gran difusión permitió que, rápidamente, la categoría se hiciera conocida en todo el país y que captara la atención de pilotos de primer nivel como Rubén Luis Di Palma, y luego sus hijos Marcos y Patricio; Gabriel Raies, Ernesto Bessone, Silvio Oltra, Pepe Scioli, Henry Martin, Hugo Olmi, por nombrar algunos.
“El concepto del Supercart era tener autos que pudieran correr en autódromos. Para eso se permitió la utilización de suspensiones modernas, en una época en la que el Turismo Carretera aún utilizaba elásticos y se resistía a cambiarlos; y se permitió la utilización de alerones para mejorar la aerodinámica. Se usaban motores de 3.8 litros, algo que hacían que los costos fuesen bajos. Eso permitía que hubiese muchos pilotos. Se mezclaban los profesionales con los campeones zonales”, rememora Carlos Alberto Legnani (h), quien era el promotor del Supercart.
“La categoría recorría todo el país. En esa época, por ejemplo, no se solía ir a la Patagonia, pero el Supercart corrió en Comodoro Rivadavia y en Trelew. Ese federalismo hizo que participaran pilotos de toda la Argentina. En un momento el Supercart tubo 14 provincias representadas y más de 60 autos por carrera, algo que motivó a realizar hasta cuatro series para definir los autos que largaban la final”, agrega Lonchi.
Pero todo lo bueno se termina. Y eso sucedió con el Supercart, que en el mejor momento de su existencia llegó a tener carreras con más de 50.000 personas. Problemas dirigenciales, que incluso derivaron en la renuncia de toda la comisión directiva, le puso fin al campeonato en 1999.
Sin embargo, su paso no fue en vano. El desarrollo técnico que identificó a la categoría le facilitó al Turismo Carretera instalarse definitivamente en los autódromos a fines de los ’90. “El Supercart impulsó al TC a tomar el camino que finalmente tomó al dejar la ruta y correr solamente en autódromos con autos preparados para eso”, analiza Legnani.
Efectivamente, tras la decisión de dejar la ruta en 1997, los TC debieron adaptarse para correr solamente en autódromo. Así fue que la suspensión con elásticos se reemplazó por una de competición y se profundizó el uso de la aerodinámica, algo que no se tenía demasiado en cuenta hasta entonces. Todo eso derivó en un mayor profesionalismo de la popular categoría con la incorporación a las estructuras chasistas e ingenieros de primer nivel.
Además, el TC comenzó a expandir sus fronteras y, poco a poco, dejó de ser una categoría que corría mayormente en Buenos Aires para llegar a otros circuitos del país, muchos de los cuales habían sido conquistados previamente por el Supercart. A eso se suma que buena parte de los autos usados en el Supercart también nutrieron el parque del TC Pista en sus orígenes, incluso manteniendo los motores de cuatro litros…
Aunque ya no ruge en las pistas argentinas, el impacto del Supercart aún perdura en la memoria de los aficionados. Su legado técnico y su influencia en el TC la convierten en una categoría que no merece ser olvidada.
TODOS LOS CAMPEONES DEL SUPERCART
AÑO | PILOTO | AUTO |
1991 | Rubén Bulla | Chevrolet |
1992 | Marcos Di Palma | Torino |
1993 | Luis Rubén Di Palma | Torino |
1994 | Horacio Paolucci | Chevrolet |
1995 | Ernesto Bessone | Ford |
1996 | Rubén Bulla | Dodge |
1997 | Diego Ponte | Ford |
1998 | Desierto | |
1999 | Gustavo Doce Portas | Chevrolet |