La edición 101 de la Pikes Peak International Hill Climb quedó en manos del británico Robin Shute, quien consiguió su cuarto éxito en el último lustro. Shute fue el más rápido en la mítica trepada al volante de su Wolf TSC-FS 2018 equipado con un motor Honda turbo de 2.1 litros.
Con este vehículo encuadrado en la categoría Unlimited, Shute marcó 8m40s080/1000 para recorrer los 20 kilómetros y las 156 curvas de la carretera pavimentada que llevan a la cima de Pikes Peak, a una altitud de 4.302 metros.
Comparado con su tiempo ganador del año pasado de 10m09.525s con el mismo automóvil, las condiciones actuales fueron mucho más favorables y permitieron mayores velocidades.
Sin embargo, Shute no se mostró completamente satisfecho, ya que consideraba que “la configuración del automóvil no era la óptima para aprovechar al máximo las mejoras realizadas este año”.
El competidor más cercano a Shute fue el francés Romain Dumas, quien ostenta el récord histórico de PPIHC con 7m57s148 establecido en 2018 a bordo del Volkswagen I.D. R Pikes Peak totalmente eléctrico.
Esta vez, Dumas enfrentó esta particular carrera con el nuevo Ford SuperVan 4 eléctrico de la clase Pikes Peak Open. Con este singular vehículo equipado con un cuatro motores eléctricos y una potencia total de 1.972 CV, Dumas estableció 8m47s682.
El trío de punta lo completó otro galo, Raphael Astier con el Alpine A110 GT4 Evo 2018 con 9m17s412.