
Cuando miles de motos vintage inundan las calles de una ciudad en perfecta formación, algo queda claro: esto no es una simple salida en grupo. Es una marcha elegante sobre dos ruedas para decir lo que muchos aún callan. Ése es el propósito del Distinguished Gentleman’s Ride, que no nació como un evento para mostrar motos clásicas ni para posar con trajes sino para visibilizar los problemas de salud masculina que arrastramos hace décadas: el cáncer de próstata y el suicidio por depresión. Esas enfermedades silenciosas que matan sin hacer ruido.
Y por eso, aunque el código de vestimenta importa, y la moto también, lo que realmente define al DGR es el mensaje que cada participante transmite mientras rueda. Este domingo 11 de mayo, Buenos Aires volverá a liderar la convocatoria mundial con una edición que se realizará una semana antes que en el resto del planeta, por las elecciones locales. Entre trajes, moños, boinas y motores, surgirá la misma pregunta de cada año:
¿Qué moto es ideal para rodar en el DGR?
MOTOS CON ALMA: EL ESPÍRITU CLÁSICO QUE DEFINE AL DGR
No hace falta que tengas una joya de museo. Lo que importa es que tu moto tenga carácter, coherencia y espíritu vintage. Que esté en sintonía con el lenguaje del ride: respeto, elegancia, comunidad.
La organización del evento alienta la participación de estilos como café racers, scramblers, bobbers, customs clásicos y scooters vintage.
No es capricho. Es parte de la narrativa. Porque en esta historia, la estética también dice algo. Y la moto es el primer párrafo del mensaje.
CAFÉ RACERS: REBELDES CON CLASE
Nacidas de la contracultura británica de los ’60, las café racers combinan postura deportiva, líneas limpias y una esencia minimalista que encaja perfecto con el DGR.
Son ideales para quienes quieren decir “soy clásico, pero no anticuado”. Triumph Thruxton, Royal Enfield Continental GT, Yamaha SR400 custom, o incluso versiones adaptadas de motos urbanas que supieron entender el código.
BOBBERS: LA ESENCIA DEL METAL
Las bobbers son motos sin distracciones. Nada sobra. Todo tiene un porqué.
Su estética cruda, su asiento flotante y su andar sereno transmiten presencia sin necesidad de estridencias. Harley-Davidson Street Bob, Triumph Bobber o cualquier proyecto artesanal bien hecho puede ser una carta ganadora en la elegancia del DGR.
SCRAMBLERS: AVENTURA CON ESTILO
Para los que tienen alma libre y espíritu de ruta, las scramblers mezclan lo mejor de dos mundos: líneas retro, neumáticos mixtos y un guiño a los caminos no asfaltados. Ducati Scrambler, Triumph Scrambler 900, o incluso transformaciones con base en XR’s o Tornados antiguas.
BRAT STYLE: MINIMALISMO URBANO CON ACTITUD
Una moto de calle bien trabajada puede ser tan impactante como una clásica original. El secreto está en los detalles: asiento plano, tanque bien resuelto, escape limpio, faro redondo y coherencia general.
Muchas de las motos que más miradas cosechan en el DGR nacieron como Yamaha YBR, Honda CG, Bajaj Rouser o Suzuki GN. La clave: convertir lo común en especial. El estilo Brat, nacido en Japón, aporta ese minimalismo funcional con líneas bajas y esencia urbana que encaja perfecto en este evento.
SCOOTERS VINTAGE: CLASE URBANA
Las Vespa PX, Lambretta o scooters modernas con look retro tienen su lugar ganado en el DGR. Son livianas, encantadoras y encajan perfecto con la estética del evento. No es casualidad que muchas de las mejores fotos del DGR tengan una Vespa en primer plano. Porque la actitud no depende de la cilindrada.
ELF Y EL DGR: CUANDO UNA MARCA TAMBIÉN RUEDA POR LA CAUSA
Un evento como este necesita marcas que no solo entiendan el mensaje, sino que lo amplifiquen con responsabilidad.
ELF Lubricantes, patrocinador global y local del DGR, cumple ese rol a la perfección: no solo acompaña con presencia, sino que respalda la causa con compromiso real.
Porque para que el mensaje llegue más lejos, hace falta algo más que motores. Y eso es lo que ELF aporta: impulso, visibilidad y apoyo a un movimiento que mezcla pasión por las motos con preocupación por los hombres.
RODAR CON PROPÓSITO: LO QUE REALMENTE IMPORTA
La mejor moto para el DGR es aquella que no necesita explicaciones. Que habla por sí sola. Que te representa y que, al verla, cualquiera entienda que ahí va alguien que eligió rodar por una causa, no por la selfie.
Este 11 de mayo, cuando la caravana avance entre aplausos, entre semáforos y cámaras, lo que importa no será la ficha técnica. Será el gesto. Será el mensaje. Será que todos juntos, sobre motos clásicas o modernas con alma vintage, estaremos diciendo: la salud masculina importa. Hablemos. Cuidémonos. Rodemos.