PSA y Fiat Chrysler Automobiles (FCA) dieron “luz verde” a su fusión y crearán el cuarto grupo automovilístico del mundo por volumen de ventas y el tercero por ingresos, con unas matriculaciones anuales combinadas de 8,7 millones de unidades y una facturación de casi 170.000 millones de euros al año.
“La nueva entidad tendrá el liderazgo, los recursos y la escala para estar a la vanguardia de una nueva era de movilidad sostenible”, resaltaron ambas firmas en un comunicado conjunto, en el que destacan que la operación generará sinergias anuales de aproximadamente 3.700 millones de euros.
La fusión de ambas firmas no conllevará el cierre de plantas y la intención es que la nueva corporación resultante tenga su sede en Holanda. El nuevo grupo, participado al 50% entre PSA y FCA, cotizará en los índices Euronext (París), así como en Milán y en Nueva York.
Como consecuencia de la fusión, el consejo de administración de la nueva compañía estará formado por once miembros (cinco de FCA y cinco de PSA) y contará con John Elkann, presidente de FCA, como presidente, mientras que Carlos Tavares, máximo responsable de Grupo PSA, será el consejero delegado por un período de cinco años.
Las dos corporaciones explicaron que la fusión tendrá un balance general combinado positivo y un “alto nivel de liquidez”, gracias a que aprovechará la eficiencia por la mayor escala del negocio en el desarrollo de soluciones de movilidad y las últimas tecnologías en los campos de movilidad con nuevas energías, conducción autónoma y conectividad.
La nueva empresa combinada alcanzará un resultado de explotación de más de 11.000 millones de euros, con un margen operativo que se situará en el 6,6%. Además, dicha operación servirá para contar con un mayor equilibrio geográfico, puesto que el 46% de su volumen de negocio procederá de Europa y el 43% de Norteamérica.
Esta expansión geográfica se beneficiará, a su vez, de la optimización de las inversiones en plataformas de vehículos, en motores y en nuevas tecnologías. Así, dos tercios de los volúmenes de la nueva firma se concentrarán en dos plataformas, con ventas de tres millones de unidades cada una de ellas.
Las nuevas plataformas aportarán cerca del 40% de las sinergias por importe de 3.700 millones de euros que se prevé generar a través de esta fusión, mientras que otro 40% se obtendrá en el área de compras. El 80% de las sinergias está previsto que se alcancen en el cuarto año y se calcula un gasto no periódico para lograr este objetivo de unos 2.800 millones de euros.
A raíz del acuerdo vinculante entre las dos empresas se ha establecido que ningún accionista tendrá capacidad para ejercer más del 30% de los votos emitidos en las reuniones de los accionistas y la previsión es que no se transfieran los derechos de doble voto existentes, sino que se acumularán los nuevos derechos de doble voto después de un período de tenencia de tres años tras el cierre de la fusión.
Además, se decidió la suspensión de las participaciones accionariales de Exor, Bpifrance Participations, DFG y la familia Peugeot (EPF/FFP) por un período de siete después de finalizada la fusión, aunque EPF/FFP podrán aumentar su accionariado hasta un máximo del 2,5% en la nueva entidad o al 5% en el Grupo PSA, mediante la adquisición de acciones de Bpifrance Participations, la china Dongfeng o en el mercado.
Por su parte, Exor, Bpifrance Participations y EPF/FFP tendrán bloqueadas durante tres años sus acciones, a excepción de Bpifrance, que podrá reducir su participación un 5% en el Grupo PSA o un 2,5% en la entidad fusionada.
Antes de la culminación de la transacción, Dongfeng acordó vender a PSA un total de 30,7 millones de acciones, que serán canceladas, mientras que DFG estará sujeta a bloqueo hasta la conclusión de la transacción por el equilibrio de su participación en Grupo PSA, con el resultado de una titularidad del 4,5% del nuevo grupo.
Por su parte, Exor, Bpifrance, la familia Peugeot y Dongfeng se comprometen a votar a favor de la transacción en la reunión de accionistas de FCA y PSA. Además, antes del cierre de la operación FCA distribuirá un dividendo especial de 5.500 millones de euros, mientras que PSA hará lo propio entre sus accionistas con su participación del 46% en Faurecia.
Los términos de la fusión también recogen que la corporación italoestadounidense continúe trabajando en la separación de su participación en su filial Comau, movimiento que se ejecutará al cierre de la operación.
Las dos empresas firmantes prevén distribuir cada una de ellas 1.100 millones de euros en concepto de dividendo ordinario el año próximo correspondiente a los resultados de 2019. Una vez concluida la combinación de los negocios, los accionistas de PSA recibirán 1,742 acciones de la nueva empresa combinada por cada acción de PSA y los accionistas de FCA dispondrán de una acción de la nueva empresa combinada.
Las dos empresas automovilísticas estiman que el cierre de la operación de combinación de sus negocios se podría completar en un plazo que oscilará entre los 12 y los 15 meses, una vez que se hayan recibido las autorizaciones correspondientes.