
La cuenta regresiva terminó. Este domingo 11 de mayo, más de 6.000 motociclistas circularán por la ciudad más elegante del mundo… al menos por un día. El Distinguished Gentleman’s Ride Buenos Aires 2025 se adelanta una semana respecto al resto del planeta por las elecciones legislativas, pero no por eso pierde fuerza. Todo lo contrario: gana identidad.
El DGR no es un evento más. Es una causa vestida con estilo. Una campaña de concientización que usa motos clásicas, trajes, moños y bigotes para hablar -con firmeza y sin gritar- de algo urgente: los hombres también se enferman, se deprimen, se suicidan. Y muchas veces lo hacen en silencio.
Por eso rodamos: para hacer visible lo invisible. Para hablar de cáncer de próstata, salud mental, prevención, cuidado y comunidad. Y este domingo, vos podés ser parte. Pero antes de girar la llave, ajustar el moño y subirte a la moto, hay algunas cosas que tenés que chequear para estar a la altura del ride más elegante (y comprometido) del año.
¿YA TE REGISTRASTE? NO ES UN DETALLE, ES UNA RESPONSABILIDAD
Lo primero y lo más importante: si todavía no te inscribiste oficialmente en gentlemansride.com, hacelo ahora. ¿Por qué es clave? Porque tu presencia solo se contabiliza si estás inscripto. Y además, al registrarte vas a recibir:
- El punto de encuentro.
- El horario preciso.
- El recorrido (que es secreto hasta último momento).
- Todas las instrucciones del evento.
Rodar sin registrarte es como entrar a una fiesta sin invitación. Podés pasar, pero te perdés de entender el verdadero propósito. Y el DGR no es un paseo: es un movimiento global.
¿Y SI ADEMÁS DONÁS?
El DGR es gratuito, pero se sostiene con donaciones voluntarias. Lo que se recauda va a la fundación Movember, que canaliza fondos hacia:
- Investigación en cáncer de próstata y testicular.
- Programas de salud mental para hombres.
- Campañas globales de prevención y acompañamiento.
Donar no es obligatorio. Pero si vas a sumarte, una ayuda por mínima que sea, transforma el ride en acción concreta.
TU MOTO TAMBIÉN TIENE QUE ESTAR LISTA PARA LA OCASIÓN

La estética es parte del mensaje. El DGR promueve motos de estilo vintage, clásicas o con espíritu retro. No importa si es original o adaptada: lo que importa es que transmita coherencia con el código del evento.
Y además del look, tu moto tiene que estar en condiciones óptimas. Sí, vas a ir despacio. Pero vas a rodar con otros, en caravana, y tenés que garantizar seguridad, fiabilidad y buena salud mecánica.
REVISIÓN BÁSICA RECOMENDADA
- Neumáticos: presión y desgaste.
- Frenos: tacto firme, sin esponjosidad.
- Luces: sí, incluso si es de día.
- Transmisión: cadena limpia y tensada.
- Motor: sin ruidos raros, sin pérdidas.
- Lubricación: aceite en nivel óptimo, con buen rendimiento térmico.
Y en este punto, vale destacar que ELF Lubricantes, patrocinador global y local del DGR, ofrece una gama de lubricantes de alto rendimiento para motos clásicas y modernas con espíritu retro. Su tecnología está pensada para proteger motores con historia, pero que siguen rugiendo con orgullo. Usar ELF no es solo una elección técnica: es sumarte a una marca que también cree en la causa.
EL LOOK TAMBIÉN RUEDA, VESTITE CON SENTIDO
No se trata de disfrazarse. Se trata de vestirse con propósito. Un saco, un moño, unos tiradores, unas botas bien lustradas. Cada detalle suma. Cada gesto comunica.
El código visual del DGR existe por una razón: desarmar estereotipos sobre la masculinidad, mostrar que un hombre puede ser fuerte y sensible, elegante y solidario, vintage y actual.
Las combinaciones son infinitas, pero los pilares son claros:
- Inspiración clásica o retro.
- Cero agresividad visual.
- Coherencia con la moto.
- Ganas de sumarte al juego con respeto.
Este domingo, cada boina, cada bigote, cada pañuelo en el bolsillo es una forma de decir: “me importa el mensaje”.
CHEQUEO DE ESTILO, CHEQUEO DE CONCIENCIA
Tu moto está en orden. Tu traje cuelga listo en el placard. El moño ya lo probaste frente al espejo. Pero lo más importante, este domingo, no va a ser lo que llevás puesto ni lo que montás. Va a ser el motivo por el que salís a rodar.
Rodás por vos. Por tus amigos. Por tu viejo. Por el compañero que no habló a tiempo.
Rodás porque entendiste que el silencio puede ser letal. Y que un ride elegante, con la compañía adecuada y el mensaje correcto, puede cambiarlo todo.