El rugido puro de un motor atmosférico, la conexión directa entre piloto y máquina, y la excelencia técnica sin filtros: Porsche lo volvió a hacer. En una jornada soleada en el mítico circuito de Nürburgring, el nuevo Porsche 911 GT3 equipado con paquete Weissach se convirtió en el auto de serie con cambio manual más rápido en la variante Nordschleife del trazado alemán.
Jörg Bergmeister, piloto y embajador de la marca, no sólo pulverizó el récord anterior en más de 9,5 segundos, sino que también dejó una lección clara: en tiempos de automatización, el placer de conducir sigue vivo y más vigente que nunca.
MÁS RÁPIDO QUE NUNCA, INCLUSO SIN EL PDK
Aunque se sabe que el cambio Porsche Doppelkupplungsgetriebe (PDK) permite tiempos de vuelta más rápidos, el desafío era demostrar de qué era capaz un 911 GT3 con caja manual de seis velocidades tradicional. El resultado fue espectacular: un tiempo de 6:56.294 minutos en la vuelta completa de 20,832 km del Infierno Verde, mejorando incluso en 3,6 segundos al 911 GT3 anterior (992.1) equipado con PDK.
“Cada vez más clientes del 911 GT3 se decantan por la caja manual. Queríamos responderles de manera contundente”, explicó Andreas Preuninger, Director de Vehículos GT de Porsche. Y lo hicieron de la mejor manera: con pasión y precisión.
CONDICIONES IDEALES, PERO SIN CONCESIONES
Con una temperatura de 12 grados en el ambiente y 27 grados en el asfalto, Bergmeister y el 911 GT3 se lanzaron a un ataque total sobre el trazado más exigente del mundo. El auto, de 510 CV (375 kW), calzaba neumáticos Michelin Pilot Sport Cup2 R homologados para calle (255/35 R20 adelante y 315/30 R21 atrás).
Sin ayudas electrónicas de última generación en el diferencial, sin cambios automáticos ultrarrápidos: solo el piloto, el motor atmosférico y una caja de seis marchas puramente mecánica.
“MÁS ESTABLE, MÁS DIRECTO, MÁS DIVERTIDO”
“Al límite, el nuevo 911 GT3 inspira aún más confianza que el anterior”, comentó Bergmeister tras su hazaña. “Se siente mucho más estable en los baches y sobre los pianos, y la relación de transmisión un 8 % más corta le da un empuje extra. Aunque con el PDK hubiera sido más rápido aún, con la caja manual tuve que esforzarme más… y fue aún más divertido”.
Un testimonio que resume la esencia de este récord: no se trata sólo de ser más rápido, sino de disfrutar cada milímetro del circuito.
MÁS QUE UN RÉCORD: UNA DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS
Porsche, una vez más, demuestra que su compromiso con los puristas del volante es inquebrantable. En un mundo donde los tiempos de vuelta se miden en décimas y los algoritmos toman el control, la marca de Stuttgart reafirma que la pasión por conducir a la vieja escuela sigue siendo una pieza clave de su ADN.
Y qué mejor escenario que Nürburgring, el templo del automovilismo, para inscribir una nueva página gloriosa en la historia del 911 GT3.
