Aunque ahora todo es felicidad por la victoria conseguida en las 24 Horas de Le Mans, al argentino José María López, el inglés Mike Conway y el japonés Kamui Kobayashi no les fue fácil llegar primeros a la meta debido a una falla mecánica que los tuvo a mal traer durante la última parte de la competencia.
El propio Pechito admitió que el inconveniente en el Toyota GR10 HYBRID N° 7 del Toyota GAZOO Racing les hizo pensar que la victoria les volvería a ser esquiva, como en los años anteriores.
“Tuvimos un problema grande, que fue el mismo que padeció el auto número 8 en Monza”, explicó el cordobés a MundoSport (AM 990). “El problema se originó en los tanques de nafta, que eran nuevos y vinieron con algún tipo de falla. Los residuos quedaban adentro y, lentamente, tapaban la bomba de nafta”, agregó López, que aclaró que detenerse para solucionar el desperfecto les hubiese implicado perder 40 minutos.
La falla apareció primero en prototipo del suizo Sébastien Buemi, el nipón Kazuki Nakajima y el neocelandés Brendon Hartley y luego se replicó en el auto de López, Conway y Kobayashi.
“Yo me levanté tras mi descanso y estaba listo para el tercer turno a la madrugada. En ese momento Buemi nos dijo sobre los problemas que había y deslizó que lo mejor era detener los autos en boxes para repararlos… Escuchar eso fue volver un poco a los fantasmas de los años anteriores donde algunas fallas nos habían privado de conseguir la victoria”, confesó el de Río Tercero, aunque esta vez la historia tuvo un final feliz.
“Hubo que tomar medidas para no perder la carrera. Un ingeniero vino con una guía y nos dijo a los pilotos qué debíamos resetear el sensor de la bomba en cada frenaje y volverlo a prenderlo en cada aceleración, así cuando se paraba y arrancaba la mugre que estaba pegada se despegaba y cuando la prendíamos podíamos tirar 500 o 600 metros más. Eso fue lo que nos ayudó para llegar al final. Al principio parecía imposible, pero se logró. Esas seis o siete horas fueron difíciles”, explicó el campeón del WEC, sobre un incidente que le aporta un sabor extra al merecido triunfo.