Aston Martin fue una de las primeras marcas en darles la derecha a los organizadores del Mundial de Resistencia cuando decidieron hacer un cambio rotundo en el reglamento técnico y permitir la utilización de hypercars a partir de la temporada 2020/2021. De hecho, poco después del anuncio oficial de las nuevas reglas, confirmó su participación en la nueva clase con su súper auto Valkyrie.
Este deportivo fue desarrollado en conjunto con Red Bull Advanced Technologies, el departamento de tecnología avanzada del equipo de Fórmula 1 que lidera el mismísimo Adrian Newey.
Esta asociación técnica no fue otra cosa que la continuidad de la relación que ambas compañías tienen desde hace unos años a través del patrocinio de la casa de Gaydon al team austríaco.
Por eso encajan todas las piezas como para que el holandés Max Verstappen, el piloto principal de Red Bull, se baraje como uno de los conductores del equipo Aston Martin en el WEC. Al menos para las 24 Horas de Le Mans, la principal fecha del calendario de la especialidad.
Sobre esa posibilidad habló Andy Palmer, el director ejecutivo de Aston Martin. “Gozamos del enorme privilegio de tener una relación buena con Max Verstappen. A nivel teórico me encantaría tenerlo involucrado en nuestro proyecto de Le Mans”, sostuvo.
Igual el ejecutivo prefirió ser cauto: “Con esto no significa que esté ahora involucrado de una manera formal, pero tampoco está descartado. Es una conversación que se tendrá con él en el futuro. Creo que todos podemos coincidir en que sería algo genial”.
Aunque todos conocemos ese refrán que dice que “cuando el río suena es porque agua trae”…