Después de un fin de semana complicado en Long Beach, en la tercera fecha del IndyCar, Agustín Canapino ya está listo para su próximo desafío: superar este jueves de manera exitosa el Rookie Orientation Program obligatorio para los novatos que aspiran a competir en las 500 Millas de Indianápolis.
Este programa de orientación para debutantes, también conocido como ROP, es una evaluación que se realiza en el famoso óvalo del Indianápolis Motor Speedway. El objetivo es demostrar que el piloto tiene el control total del vehículo a altas velocidades sin generar situaciones de riesgo para ellos mismos y para otros competidores.
El ROP consta de tres fases. Durante la primera fase, el piloto debe completar 10 vueltas a una velocidad constante entre las 205 y las 210 millas por hora (329 a 337 km/h). En la segunda fase, se deben completar 15 vueltas entre 210 y 215 millas (337 a 345 km/h), mientras que en la tercera y última fase, se deben completar otras 15 vueltas a una velocidad superior a los 215 millas (345 km/h).
Este programa no solo se enfoca en la velocidad, sino también en la capacidad del piloto para manejar situaciones imprevistas en la pista, como las condiciones climáticas o el tráfico en la carrera. Por eso, el ROP también incluye información lectiva que proporciona al piloto los conocimientos necesarios para enfrentar situaciones imprevistas.
El ROP no supone un gran desafío conductivo, aunque en el pasado algunos pilotos han tenido dificultades para completar el programa debido a accidentes o fallos mecánicos.
A pesar de que los pilotos tienen varios días para completar el programa durante la semana de entrenamientos libres, es recomendable hacerlo lo antes posible. Por eso, el Titán intentará finiquitarlo en el primer día de prueba.
Como referencia, el año pasado el británico Callum Ilott, compañero del arrecifeño en el Juncos Hollinger Racing, lo superó el año pasado con un promedio de velocidad superior a los 357 km/h.