Debido a que la industria automotriz realiza sus operaciones, producciones y comercializaciones a nivel global, es una de las industrias más golpeadas por el coronavirus.
Primero lo padecieron las fábricas asiáticas, mientras que luego fue el turno de las europeas y americanas. En todas, la interrupción de la producción y descenso drástico de la comercialización para evitar la expansión del virus generó que el golpe económico sea cuantioso.
De acuerdo con los cálculos de la consultora AutoAnalysis, la paralización de la actividad llevará a que las automotrices pierdan casi 130 mil millones de dólares. Esta abultada cifra está hecha con la previsión de que las marcas reanudarán sus labores el próximo 30 abril.
En caso de que ello no suceda, evidentemente la pérdida será mayor a tal punto que cada semana adicional, al menos en Europa y América, le costará a la industria 17 mil millones de dólares.
El cálculo fue realizado en base a la venta de los vehículos ensamblados en el periodo en el que están cerradas las fábricas. Por ejemplo, la producción mensual en Europa hasta antes del COVID-19 era de 2.6 millones de vehículos, mientras que en América superaba los dos millones.
Es importante mencionar que una vez que se reabran cada una de las fábricas, la reanudación de la producción como tal no será inmediata, debido a los procesos que conlleva la reactivación de la cadena de suministro.