Durante el Gran Premio de Japón de Fórmula 1 de 2015, el español Fernando Alonso criticó el rendimiento del motor Honda que usaba en su McLaren con una frase que hoy es famosa: “GP2 Engine”.
Esas palabras, con las que comparó el impulsor nipón con uno de la categoría GP2 Series, le costarían al español su acuerdo con Andretti Autosport para competir con uno de sus autos en las 500 Millas de Indianápolis de 2020. Es que parece que Honda no se lo ha perdonado y ha vetado el acuerdo que estaba a punto de firmarse.
En una reciente entrevista con F1 Racing, Alonso habló de aquella expresión que realizó poco después de haber sido superado por el sueco Marcus Ericcson de Sauber. “Vino de un lugar de frustración y tal vez no debería haber dicho eso, pero no lo dije en las entrevistas de TV o en la conferencia de prensa. Estaba hablando con mi ingeniero en una conversación privada. No estaba destinada a ser pública. Pero el motor estaba muy mal”, comentó Alonso.
Aunque Alonso tiene razón al remarcar el contexto en el que esas palabras fueron dichas, también es verdad que todos saben que las conversaciones de los equipos son tomadas por la TV para su retransmisión…
Pese a que eso ocurrió ya hace unos años, en Honda siguen sensibles con el asunto al punto de haber vetado el trato entre Alonso y Michael Andretti para que corra con uno de sus autos en las Indy 500 de este año.
Si bien el acuerdo estaba prácticamente cerrado, Honda Performance Development de Estados Unidos habría recibido la orden desde Tokio para bajarle el pulgar al convenio, algo que obligaría al asturiano a encontrar otra manera de participar en la mítica prueba que se realiza en el Indianápolis Motor Speedway.
Las opciones serían que Andretti pueda alistarle un auto con motor Chevrolet o, directamente, que Alonso compita en otra escudería que tiene los impulsores estadounidenses como Penske, Dreyer & Reinbold Racing, DragonSpeed, A.J. Foyt Racing o Juncos Racing, el equipo del argentino Ricardo Juncos…