Harley-Davidson presentó en los X Games de Aspen, en Estados Unidos, dos nuevos conceptos eléctricos que no requieren de carné de conducir para moverse con ellos, como parte de la expansión hacia un futuro diferente de la compañía.
Para conducir ambas motos, el tiempo de aprendizaje es reducido y, por lo tanto, el público que puede acceder a ellos es más amplio. La agilidad y la maniobrabilidad son la base de su manejo y su facilidad de uso, combinado con los propulsores eléctricos, que proporcionan una aceleración instantánea.
El diseño de la batería está pensado para que sea extraíble y pueda recargarse en el hogar o en la oficina, usando como entrada de carga cualquier toma de corriente doméstica estándar.
El lenguaje de diseño de estos dos modelos se centra en la esencia de su potencia eléctrica y expresa su ecuación futurista con siluetas, formas y soluciones “únicas”.
En 2018, la compañía anuncio en “Más Carreteras para Harley-Davidson” sus planes de un crecimiento acelerado. El plan incluye iniciativas para ofrecer nuevos productos en nuevos segmentos de las dos ruedas, crear un acceso más amplio y fortalecer la red de concesionarios oficiales.
También constituyó una audaz declaración de intenciones por parte de Harley-Davidson de liderar el segmento de las motos eléctricas.
Estos dos nuevos conceptos son manifestaciones de esta visión, y junto a la producción de la LiveWireTM en 2020, apuntan a la creación de una gama de productos eléctricos de dos ruedas diseñados para situar a la compañía como líder en movilidad eléctrica en los próximos años, e inspirar a nuevos usuarios con nuevas formas de conducir.