
La escena se repite, como si la Fórmula 1 fuese un interminable bucle de intrigas y especulaciones. En los recovecos del Red Bull Ring, entre los motorhomes lujosos y las miradas de reojo, volvió a encenderse un rumor que, de tanto repetirse, empieza a oler a algo más que simple chisme: Max Verstappen podría dejar Red Bull y cruzar la vereda hacia Mercedes. Y esta vez, no lo dicen solo los fanáticos o los medios ávidos de titulares. Lo sugieren, con mayor o menor sutileza, tres voces que importan: George Russell, Toto Wolff y Christian Horner.
PARA RUSSELL ES LÓGICO QUE MERCEDES PIENSE EN VERSTAPPEN
Russell, ganador del pasado Gran Premio de Canadá y actual piloto de Mercedes, no se anda con vueltas. En declaraciones a Sky Sports en Austria, dejó entrever que sus propias negociaciones de renovación están demoradas… porque las miradas de Mercedes están puestas en el tricampeón mundial. “Si querés volver a la cima, tenés que tener a los mejores pilotos, ingenieros y equipo. Y es lógico que haya charlas con Verstappen”, soltó con la frialdad británica que lo caracteriza, pero dejando entrever cierto fastidio contenido.

El joven de 27 años sabe que su rendimiento lo respalda. Y lo deja claro: “Toto (Wolff) me dijo que estoy rindiendo al nivel de cualquiera en la parrilla. Solo hay un piloto con el que podés debatir eso. Y esos son sus palabras, no las mías”, apuntó, en una referencia nada disimulada a Max Verstappen.
Russell se mueve en un delicado equilibrio: presume su rendimiento, pero también reconoce que el mercado de pilotos es un juego frío y pragmático. “Hay dos asientos en cada equipo. Toto debe pensar quiénes van a ocupar esos lugares, y supongo que por eso hay demoras”, concluyó, dejando flotando la duda.
WOLFF NO ESTÁ APURADO EN DEFINIR SU ALINEACIÓN
El jefe del equipo Mercedes, Toto Wolff, es un experto en manejar las turbulencias mediáticas. En público, relativiza el rumor. En privado, nadie duda de que su obsesión por tener a Verstappen vestido de plateado sigue intacta.
“No hay ninguna demora con el contrato de George. Sabemos desde hace mucho tiempo cuáles son los tiempos”, aseguró Wolff a Sky Sports, buscando disipar las especulaciones sobre la renovación de Russell. Sin embargo, dejó entrever que las puertas no están cerradas para Verstappen. “Hay que entender en qué marco temporal se mueve Max y cuáles son sus planes. Y eso puede ser a muy largo plazo”, explicó, enigmático.

Wolff, que ya en el pasado dejó claro su interés en Verstappen, no oculta que imagina todos los escenarios, incluso uno con Russell y el neerlandés compartiendo garaje. “Ya tuve a Rosberg y Hamilton peleando por un título mundial. Todo después de eso es fácil”, dijo, apelando a la memoria de la interna más explosiva de la era moderna de Mercedes.
Sin embargo, también reconoció que, al menos para 2025, el panorama es más probable que siga como está. “Es mucho más realista que George siga con nosotros, antes que Max se venga al equipo…”, sentenció. Pero en la F1, lo “realista” puede cambiar en un abrir y cerrar de paddock.
HORNER RECUERDA QUE HAYN UN CONTRATO EN VIGENCIA
Del otro lado del ring, Christian Horner, el hombre fuerte de Red Bull Racing, intenta apagar el incendio con la misma rapidez con la que su equipo suele cambiar neumáticos. Para él, las versiones que vinculan a Verstappen con Mercedes son puro “ruido”. Pero su gesto serio durante la clasificación en Austria decía otra cosa.

“Max se molesta con estos rumores. Tenemos un contrato claro hasta 2028 y sabemos dónde estamos parados”, declaró Horner, visiblemente fastidiado. Y disparó, sin mencionarlo directamente, hacia Russell: “Entiendo que George esté frustrado por no tener un contrato todavía, pero eso es un tema entre él y su equipo”.
Horner, sin embargo, no puede esconder la existencia de una cláusula de salida en el contrato de Verstappen, atada a los resultados deportivos. Y es ahí donde la situación se vuelve menos categórica. El propio Max atraviesa semanas complicadas: tercero en el campeonato, lejos del líder Oscar Piastri, y con un Red Bull que en Austria quedó lejos del nivel esperado.
“En clasificación no me sentí cómodo en ningún momento. Si no mejoramos, ni siquiera pelearemos con Ferrari o Mercedes mañana”, confesó el tricampeón, con una honestidad poco habitual en su estilo siempre sobrio.
EL TRASFONDO: ¿SIMPLE RUMOR O ADVERTENCIA DE CAMBIO?
El contexto ayuda a entender por qué este rumor, repetido hasta el hartazgo, vuelve a tener fuerza. Red Bull ya no es el gigante imbatible de 2023. McLaren crece. Mercedes se reorganiza. Y la interna dentro del equipo energético, marcada por el cisma entre Horner y Helmut Marko, alimenta las versiones de inestabilidad.

Por otro lado, Mercedes necesita un golpe de efecto tras la partida de Lewis Hamilton. Kimi Antonelli promete, pero su juventud lo convierte en una apuesta a mediano plazo. Y Verstappen sigue siendo el piloto más codiciado, con o sin contrato.
El propio Max, con su silencio críptico, alimenta el fuego. “¿Quieren que repita lo que dije el año pasado? No está en mi cabeza. Solo pienso en manejar bien y empujar el rendimiento”, dijo, con esa mezcla de evasión y suficiencia que lo caracteriza.
EN LA F.1, LOS CONTRATOS SE FIRMAN… Y SE ROMPEN
El paddock arde de rumores, como cada vez que hay incertidumbre contractual. Pero cuando los protagonistas se encargan de alimentar la intriga -unos por omisión, otros por descarte-, la duda persiste.
Max Verstappen a Mercedes sigue siendo, hoy, improbable. Pero el simple hecho de que George Russell hable del tema, que Toto Wolff no lo descarte y que Christian Horner se vea obligado a salir a desmentirlo… es señal de que, detrás del humo, algo se cocina.
Como siempre en la F.1, la única certeza es que las cosas cambian. Y cuando cambian, lo hacen rápido. Muy rápido.