El argentino Franco Colapinto (Williams) completó su segunda carrera en la Fórmula 1 con un notable octavo puesto en el Gran Premio de Azerbaiyán. En las calles de Bakú, no solo logró sumar sus primeros puntos en la categoría, sino que además puso fin a una sequía de 42 años sin un piloto argentino puntuando en la Fórmula 1. El último había sido Carlos Reutemann en 1982. Después de la carrera, Colapinto compartió su satisfacción con la prensa, destacando tanto su rendimiento personal como el esfuerzo colectivo de su equipo.
“Estoy muy feliz por el octavo puesto. Es un sueño hecho realidad. Este fin de semana fue increíble”, afirmó Colapinto al bajar del auto, mostrando una alegría contenida pero palpable. El joven argentino no escondió su emoción al alcanzar un hito histórico tanto para él como para el automovilismo de su país.
La carrera de Colapinto en Bakú no estuvo exenta de desafíos. Williams optó por una estrategia mixta para sus pilotos: mientras que Colapinto partió con neumáticos medios, su compañero Alex Albon fue el único del Top 10 en comenzar con gomas duras.
Según el propio Colapinto, las diferencias en las estrategias jugaron un rol fundamental en la carrera. “La estrategia de Alex fue un poco más rápida: fue con las gomas duras hasta muy tarde y las gomas medias se gastaban mucho. Sufrían mucho con la temperatura al principio de la carrera. Eran dos estrategias diferentes”, explicó, en referencia al desgaste prematuro de sus gomas y a cómo la gestión de estos elementos fue clave.
A pesar de las dificultades con los neumáticos, Colapinto mantuvo la calma y logró defender su posición frente a rivales de alto calibre. Uno de los momentos cruciales de su carrera fue cuando logró mantener a raya al siete veces campeón del mundo, Lewis Hamilton (Mercedes), durante un tramo importante de la competencia. “Pude mantener a Lewis atrás, que era muy importante para Alex también. Muy feliz. Fue una mitad de carrera complicada en cuanto a las gomas. Es por falta de experiencia lo que pasó. No teníamos idea de cómo iban a funcionar al final de la carrera”, reconoció, subrayando que su capacidad para contener a Hamilton fue clave no solo para su propio resultado, sino también para el de su compañero.
Colapinto también se mostró agradecido con el equipo Williams, valorando el esfuerzo colectivo que permitió que ambos autos terminaran dentro del Top 8. “Estoy feliz por el equipo. Sé el trabajo que hicieron. Ya estar con los dos con opción puntos es algo que no esperábamos, pero muy positivo para el equipo”, comentó, destacando la labor de los ingenieros y mecánicos que trabajaron a contrarreloj para poner el auto en condiciones competitivas tras un incidente previo en el fin de semana.
El piloto argentino dejó claro que su actuación en Bakú no solo es una muestra de su talento, sino también una retribución a la confianza que Williams depositó en él. “Estoy retribuyendo la confianza que pusieron en mí, en ponerme en esta butaca… Les estoy demostrando que puedo tener buenos resultados, que puedo andar igual de rápido que Alex y estamos muy parejos. Es algo que ilusiona mucho al equipo, para el futuro y me pone muy feliz”, afirmó.
La carrera en Azerbaiyán fue apenas la segunda aparición de Colapinto en la Fórmula 1, pero ya ha dejado claro que tiene el potencial para seguir creciendo. “Es solo el comienzo, mi segunda carrera. Van a venir muchas más. Es un gran comienzo, que nos deja muy ilusionados para lo que viene”, aseguró el argentino, dejando entrever su ambición de seguir haciendo historia en la categoría.
Con su octavo puesto en Bakú, Colapinto no solo revivió viejas glorias argentinas en la Fórmula 1, sino que también confirmó que su futuro en la categoría está lleno de promesas. La próxima cita será en Singapur, y tanto él como su equipo tienen motivos de sobra para ilusionarse con lo que está por venir.