Con el fin de controlar el porpoising, la tendencia que tienen los autos de la Fórmula 1 actuales a partir del efecto suelo, el Consejo Mundial del Deporte Motor de la Federación Internacional del Automóvil autorizó una serie de modificaciones al reglamento técnico vigente. Además, informó variantes para la normativa de 2023.
A partir del Gran Premio de Bélgica, que se realizará el 28 de agosto en el circuito de Spa-Francorchamps, el ente rector medirá el fenómeno y “esperará que los equipos operen por debajo de cierto umbral para que los autos se consideren seguros”.
Para controlar la flexibilidad del suelo en lo que resta del año se van a establecer cambios para redefinir su rigidez y los patines en torno a los orificios de medición del grosor.
Mientras que para la próxima temporada se elevarán en 15 mm los bordes del suelo y de la garganta del difusor, también se incrementará la rigidez del borde del difusor y se introducirá un sensor adicional para monitorear el rebote “de una forma más eficaz”.
La FIA aprueba la nueva normativa técnica para los motores de la Fórmula 1
Por otra parte, el Consejo Mundial también aprobó nuevas medidas para mejorar el arco antivuelco para la próxima temporada después del accidente que protagonizó el chino Guanyu Zhou en el último Gran Premio de Gran Bretaña.