En un rincón oculto de un garaje tras las instalaciones de un túnel de viento en Allen Park, Míchigan, un equipo de ingenieros de Ford se reunió en 2021 para un desafío ambicioso: crear un Mustang capaz de rivalizar con los deportivos europeos más prestigiosos. Así nació el Ford Mustang GTD 2025, un testimonio tecnológico inspirado en el Mustang GT3 que está listo para conquistar las 24 Horas de Le Mans el próximo año.
El novedoso Mustang GTD, que llegará al mercado entre finales de 2024 y principios de 2025, ha sido desarrollado por los mismos talentos que han impulsado los exitosos Ford Mustang de competición y el triunfador Ford GT. La marca afirma con confianza que este vehículo ha sido concebido para ser “el Mustang homologado para la carretera más veloz de toda la historia”.
DE LA PISTA A LA CARRETERA
El Mustang GTD encuentra su génesis en el concepto del Mustang GT3 de competición, que hará su regreso triunfal en Le Mans el próximo año. Este vehículo representa el punto culminante de la familia Mustang, que ahora abarca tanto modelos homologados para la carretera como ejemplares de competición.
La gama incluye la recién presentada versión Mustang GT4, el ya mencionado Mustang GT3 y el Mustang Dark Horse R. Todos ellos heredarán la impecable reputación del Mustang como la marca más competitiva y exitosa de Ford, dejando su huella tanto en las calles como en los circuitos de todo el mundo. La designación GTD del nuevo Mustang hace referencia a la clase IMSA GTD de competición, donde los vehículos se ajustan a las normas técnicas FIA GT3.
UN LOGRO DE INGENIERÍA
El Mustang GTD es el resultado de una colaboración entre Ford y Multimatic, la firma detrás de la creación del Mustang GT3, el Mustang GT4 y el inolvidable Ford GT vencedor en Le Mans. Representa la culminación de décadas de avances en ingeniería, extraídos del aprendizaje continuo en las pistas de competición. Diseñado con meticulosidad y dedicación, se perfila como un futuro ícono en la trayectoria del Mustang y de Ford en su conjunto.
La estabilidad del Mustang GTD en el asfalto se debe al downforce generado por sus elementos de aerodinámica activa, disponibles como opción, así como al agarre proporcionado por sus neumáticos de grandes dimensiones y una suspensión delantera de doble altura y trasera multibrazo.
POTENCIA Y TECNOLOGÍA EN ARMONÍA
Bajo su capó, el Mustang GTD alberga un motor V8 de 5.2 litros sobrealimentado con doble entrada de aire y 800 CV. Este vehículo incluye el primer sistema de cárter seco en un Mustang de calle, asegurando que el motor esté lubricado en las curvas más desafiantes.
Con una capacidad para superar las 7.500 revoluciones por minuto, este motor emite un rugido excepcional a través de su sistema de escape de válvulas activas de titanio. Este vehículo se posiciona como el Mustang homologado para la carretera más potente jamás producido por Ford.
La potencia de este motor se canaliza a las ruedas traseras mediante una transmisión de 8 velocidades conectada a un transeje trasero de fibra de carbono. Esta configuración logra una distribución del peso cercana al 50/50 entre la parte delantera y trasera del vehículo.
LUJO Y DEPORTIVIDAD EN EL INTERIOR
Dentro del habitáculo, los materiales de primera calidad como el ante Miko, el cuero y la fibra de carbono se fusionan en un diseño exquisito. Las pantallas digitales mantienen a los conductores informados y en control. Los asientos Recaro diseñados para el circuito se combinan con las palancas de cambio de titanio impresas en 3D, el mando giratorio y la placa de serie, todos fabricados a partir de piezas de titanio del Lockheed Martin F-22. La sección de los asientos traseros ha sido eliminada para reducir el peso y ofrecer espacio de carga.
La producción del Mustang GTD estará limitada y se espera que su precio comience desde los 300.000 dólares. Su montaje iniciará en la planta de producción de Ford en Flat Rock, y posteriormente será ensamblado meticulosamente en las instalaciones de Multimatic en Markham, Canadá. Allí, los equipos de Ford Performance y Multimatic darán vida a este sueño sobre ruedas con la precisión propia de la competición.