Porsche ya trabaja en el desarrollo del Porsche LMDh con el que competirá a partir de 2023 en la categoría mayor del Mundial de Resistencia y del IMSA de Estados Unidos, algo que le permitirá luchar por la victoria en las principales carreras de endurance como las 24 Horas de Le Mans, las 24 Horas de Daytona y las 12 Horas de Sebring.
Uno de los grandes interrogantes de este proyecto fue revelado por la propia marca alemana: el motor térmico que formará pare del sistema híbrido del prototipo del Porsche Penske Motorsport es un V8 biturbo de gran cilindrada.
“Existían muchas opciones posibles para el motor térmico de nuestro prototipo LMDh porque en la gama contamos con diferentes propulsores que podían ser una buena base”, explica Thomas Laudenbach, Vicepresidente de Porsche Motorsport.
“Nos decidimos por el V8 biturbo porque creemos que ofrece el mejor equilibrio entre prestaciones, peso y costo. El inicio del programa de pruebas activas ha supuesto un paso importante en el proyecto”, agregó.
Este potente propulsor que forma ha sido diseñado para funcionar con combustibles renovables, lo que se traduce en una reducción significativa de las emisiones de CO2. En carrera la potencia conjunta del sistema híbrido alcanza alrededor de 680 CV (500 kW).
“Durante estas primeras jornadas de pruebas en Weissach, el V8 biturbo nos ha impresionado en todos los aspectos. Estamos convencidos de que hemos elegido el motor más adecuado”, explicó Urs Kuratle, responsable del Proyecto LMDh en Porsche Motorsport
LA REGLAMENTACIÓN SOBRE MOTORES PERMITE UNA GRAN LIBERTAD
La normativa de motores para la categoría LMDh es poco restrictiva en términos de cubicaje, diseño y número de cilindros. El régimen máximo de giro está fijado en 10.000 revoluciones por minuto y el ruido que emita no puede sobrepasar los 110 decibelios.
El motor debe pesar un mínimo de 180 kilogramos, incluidos los sistemas de admisión y escape, así como los componentes periféricos de la refrigeración. Si se utiliza turbocompresor/es, el sistema de sobrealimentación (con su intercooler) debe ir contenido también en ese peso.
De acuerdo con la normativa, la potencia máxima se encuentra entre 480 y 520 kW (653 y 707 CV). Este rango permite realizar ajustes dentro de los parámetros del Balance de Performance (BoP), que están destinados a compensar las diferencias entre coches de la categoría LMDh para garantizar así una mayor igualdad.
En carrera, la potencia combinada del sistema de propulsión híbrido alcanza alrededor de 680 CV (500 kW). La curva de par también está claramente definida. Los componentes para la recuperación, el almacenamiento y el suministro de energía eléctrica los proporcionan Williams Advanced Engineering (batería), Bosch (unidad motor-generador y electrónica de control) y Xtrac (transmisión).