Este fin de semana los ojos de los fanáticos argentinos están puestos en el autódromo de Buenos Aires. No es para menos. Además de la carrera especial del Turismo Nacional con pilotos invitados, el otro gran atractivo es la exhibición de Agustín Canapino sobre el Dallara-Chevrolet de IndyCar del equipo Juncos Hollinger Racing.
Aunque esta no será la primera vez que un vehículo de una categoría estadounidense se presente en el autódromo porteño para realizar una demostración. El antecedente anterior data de 2008 y con un auto de la NASCAR, nada menos.
Aquella exhibición se realizó en el marco de La Carrera del Año del Top Race y estuvo a cargo de Matías Rossi, que se puso detrás del volante de un Ford Fusion. Esto se hizo posible gracias a un acuerdo con la empresa 3M, entonces patrocinador del equipo Roush Fenway Racing y de Rossi.
El Misil condujo el auto que pertenecía a Greg Biffle, quien era animador de la serie yanqui. “Para mí fue un sueño manejar el NASCAR, algo que no había imaginado nunca y que me parecía imposible”, señaló Rossi.
“Gracias a la confianza del Roush Fenway y a 3M que me permitieron girar con este auto y, por supuesto, a la categoría. Cumplí el sueño de mi vida”, agregó el piloto de Del Viso.
El Ford Fusión, que pesaba 1.564 kilos, estaba impulsado por un motor V8 de 5.7 litros que erogaba una potencia de 800 HP a 9.000 RPM. Según datos provistos por el equipo el auto era capaz de alcanzar los 320 km/h de velocidad máxima.
El público del autódromo de Buenos Aires quedó deleitado por el andar del potente vehículo y con los trompos que hizo Rossi para festejar la experiencia.
Aquella edición de La Carrera del Año incluyó, además, la visita del canadiense Jacques Villeneuve, campeón del ChampCar en 1995 y la Fórmula 1 en 1997; y el piloto japonés Hiroki Yoshimoto, participante de la GP2 Asian Series.