Poco a poco las marcas englobadas en el Grupo Stellantis, que nació de la unión de FCA y PSA, oficializan sus estrategias para los próximos años. Fiat, por ejemplo, ya dijo que en 2030 todos sus modelos serán eléctricos. En ese mismo camino irán las marcas Premium como Alfa Romeo, DS y Lancia. A esta tendencia se sumará también Dodge, que antes de la fusión tenía el tema de la electrificación guardada en un cajón.
Según informó The Detroit Bureau, citando fuentes internas de la compañía, “al menos seis vehículos totalmente eléctricos se encuentran actualmente en el estudio de diseño en Auburn Hills, Michigan, junto con al menos uno, y probablemente varios, híbridos enchufables. Y aún hay más en diversas etapas de desarrollo”.
Dodge ha sido siempre considerara una marca de vehículos deportivos de estilo clásico muy vinculada con el mercado estadounidense. En estos años ha lanzado autos cada vez más potentes utilizando variaciones de su motor V8 de 6.2 litros.
“Los funcionarios de Dodge parecen decididos a recuperar el derecho a presumir”, afirmaron desde The Detroit Bureau. Según un funcionario de alto rango el BEV (Vehículo Eléctrico a Batería, por sus siglas en inglés) en desarrollo “será el Dodge más rápido de todos los tiempos”.
En la actualidad, el modelo más veloz de la marca es el Dodge Challenger Demon, una edición limitada que acelera de 0 a 100 km/h en 2,3 segundos. La variante eléctrica promete bajar ese tiempo y luchar de igual a igual con el Tesla Model S Plaid, que lo hace en tan solo dos segundos.