Después de muchos años de trabajo y de sobreponerse a las vicisitudes propias del rally Dakar, Luciano Benavides ya se sacó la mochila de tener que ganar una etapa en la carrera más difícil del mundo. Para la historia quedará que lo consiguió en una de las ediciones más exigentes de la era moderna de la competencia.
“Es un día muy, muy especial para mi… Poner mí nombre junto al de Kevin como ganador de una etapa de Dakar es algo totalmente único”, dijo Luciano pocos tiempo después de llegar al campamento del Riad, punto final de la sexta etapa de la 45ª edición de la competencia.
“Venía algo preocupado porque no se me daban las cosas… Cometí dos errores que me tiraron un poco para atrás. Y hoy realmente disfruté de andar en moto, di lo mejor, no pensé tanto en los tiempos y pude ganar. Es un momento muy especial. Esto lo venía buscando desde hace muchos años y finalmente se dio”, agregó el piloto del equipo oficial Husqvarna.
“Cuando me dijeron que había ganado se me cayeron unas lágrimas de emoción porque hacía mucho tiempo que venía buscando esto. Me faltaba ganar una etapa en el Dakar”, confesó luego el menor de los Benavides ante la atenta mirada de su hermano mayor.
“Estoy muy feliz por él. Sé lo que se siente y lo que él también esperaba este momento. Cómo dijo él se le venía negando… Le faltaba siempre un poquito”, dijo Kevin, que antes de ingresar a la carpa de Husqvarna para felicitar a su hermano recibió el OK de Jordi Viladoms, su jefe en KTM.
“Estoy súper feliz como su hermano. Lo hizo muy bien hoy, empujó todo el día hoy como un campeón así que la verdad lo tiene muy merecido”, reconoció Kevin, tercero en la clasificación general de la carrera.
El video de esta nota fue realizado con un Motorola Edge 30 Fusion.