
El Gran Premio YPF Energía Argentina de MotoGP está a la vuelta de la esquina, y con él, el bullicio, la adrenalina y la emoción de uno de los eventos más esperados del motociclismo mundial. Del 14 al 16 de este mes, el Circuito Internacional Termas de Río Hondo se convertirá en el epicentro del motociclismo global, y mientras los motores rugen en la pista, otro espectáculo menos visible pero igualmente impresionante ya está en marcha: la logística que permite que todo el material necesario para el evento llegue a Argentina. Es una verdadera hazaña de ingeniería y coordinación, y recién ahora comienzan a aterrizar en el país los primeros cargamentos aéreos.
El aeropuerto internacional de Tucumán ha sido testigo de una operación que bien podría haber sido diseñada por un cerebro de alguna película de acción de Hollywood. Cuatro gigantescos aviones de carga, modelos Boeing 747 y 777, han cruzado continentes y océanos para traernos lo esencial: las motos, los repuestos, las herramientas, el material de boxes, los autos de la organización y los equipos de transmisión que serán vitales para el evento.

A bordo de estos gigantes, transportan alrededor de 3.600 toneladas de material, una cifra que parece sacada de una de esas listas interminables de cosas que nunca tenemos en cuenta cuando hablamos de la espectacularidad de un evento de MotoGP.
El viaje no fue para nada sencillo. Los vuelos, que partieron del Aeropuerto Internacional de Bangkok en Tailandia, tuvieron una duración estimada de 25 horas, con paradas en Johannesburgo (Sudáfrica) y Viracopos (Brasil), antes de tocar suelo argentino.
Al aterrizar en Tucumán, la logística entró en acción: el material fue descargado y distribuido por autoelevadores de más de 10 toneladas de capacidad, trasladado en 40 camiones hasta el autódromo. Este despliegue, que podría parecer trivial para muchos, es un engranaje de precisión: cada paquete, cada caja, cada pieza, debe ser colocada y transportada con una exactitud milimétrica.

Ahora bien, detrás de todo esto hay una cantidad impresionante de actores involucrados, desde los equipos logísticos de Dorna, hasta las fuerzas de seguridad nacionales y provinciales que acompañan cada camión en su viaje hacia el autódromo. Esta perfecta orquesta de organización y planificación garantiza que cuando los pilotos lleguen al circuito, no falte ni un solo repuesto, ni una sola herramienta.
La llegada del primer cargamento aéreo marca el inicio de un proceso que continuará hasta que las últimas piezas del rompecabezas logístico lleguen al Circuito Internacional Termas de Río Hondo. Y todo esto ocurre antes de que una sola rueda toque la pista. Este despliegue de logística y coordinación es el marco perfecto para lo que promete ser una nueva edición histórica del Gran Premio de Argentina.