El presidente del Grupo PSA, Carlos Tavares, ha pedido a sus empleados que estén preparados para volver a sus puestos de trabajo cuando se supere la crisis del coronavirus, ya que una empresa del tamaño del consorcio francés “no puede resistir mucho tiempo con una ausencia casi completa de ingresos”.
Así lo ha señalado Tavares en una carta enviada a sus empleados en la que explica que ningún experto es capaz de predecir actualmente cuándo se producirá la vuelta a la actividad, aunque la compañía tiene que estar preparada para cuando esto se produzca.
Todo ello después de que la empresa decidiese la semana pasada cerrar todas sus plantas en Europa debido a la crisis sanitaria provocada por el brote de coronavirus. También sus concesionarios permanecen con la persiana bajada en muchos países, mientras que sus talleres oficiales y sus centros de aprovisionamiento de piezas de recambio se mantienen abiertos en servicios mínimos para asegurar la movilidad de todas las personas que cubren las necesidades esenciales.
“Debemos preparar la vuelta a la actividad asegurando un flujo permanente de entregas de nuestros stocks a los clientes que esperan su vehículo y suspendiendo todos los gastos posibles respetando siempre a nuestros asociados”, ha subrayado Tavares, quien ha insistido en la necesidad de protegerse frente al virus.
Según el presidente del Grupo PSA, la humanidad atraviesa una crisis sanitaria “sin precedentes” que genera ya una crisis económica y potencialmente una crisis social de una envergadura “hasta ahora desconocida”.
“Desde el 16 de marzo hemos visto cómo los mercados automovilísticos caían un 90% en Europa, justo cuando estábamos lanzados en un primer trimestre realmente muy potente. El choque ha sido, por lo tanto, extremadamente violento y brutal para todos nosotros, pero esto no afectará a nuestra determinación de aplicar todas las medidas sanitarias, humanas, operativas y financieras necesarias para proteger esta compañía”, ha asegurado el directivo.
Por todo ello, la dirección de PSA se ha centrado en asegurar la seguridad de todos los empleados que todavía siguen trabajando en el mantenimiento de sus plantas y ha decidido limitar los gastos y desembolsos sin renunciar a entregar los vehículos que pudiesen matricularse en condiciones sanitarias óptimas.
“Una vez más, deberemos demostrar nuestra cohesión, sobre todo con nuestros agentes sociales y nuestras redes comerciales, así como nuestra disciplina en la aplicación de las decisiones necesarias. Mostraremos nuestra energía frente al virus, nuestra solidaridad y nuestra determinación”, ha destacado Tavares, que ha añadido que hasta la fecha ningún empleado del grupo ha fallecido por el COVID-19.
El presidente del grupo francés también ha subrayado todas las acciones que está llevando a cabo la compañía para evitar contagios, como su protocolo de “acciones-barrera”. Además, la firma realiza donaciones “casi diarias” de material sanitario.
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