Alpine realizará un replanteo en su participación en el Mundial de Resistencia en 2023. Así lo anticipó Philippe Sinault, propietario del equipo Signatech que tiene a su cargo el programa deportivo de la marca gala.
“En 2023 competiremos por algo, pero no con este auto y no en esta categoría. Para ser claros, el plan aún no está determinado, pero es bastante fácil de imaginar. Todavía no está del todo resuelto, pero nuestro objetivo es estar allí en la parrilla y tener cosas que celebrar”, afirmó el team-manager.
Mientras desarrolla su LMDh para 2024, Alpine correría en la LMP2, la segunda categoría en importancia en el WEC.
Esto se debe a que su permiso para competir en la clase Hypercar con el actual Alpine A480-Gibson de la LMP1 caduca a fin de año y no hay chances que se le otorgue un nuevo permiso para la venidera temporada.
De esta manera, Alpine volverá a una clase que conoce muy bien y en la que se ha cansado de ganar con tres victorias en las 24 Horas de Le Mans (2016, 2018 y 2019) y dos títulos (2016 y 2018/2019).
Sinault espera mantener su actual alineación de pilotos compuesta por los franceses Nicolas Lapierre y Matthieu Vaxiviere y el brasileño Andre Negrao, quienes actualmente lideran el Mundial a pesar del quinto lugar logrado en Le Mans el último fin de semana.
Lapierre, Negrao y Vaxiviere, que ganaron en Sebring y terminaron segundos en Spa-Francorchamps, tienen tres puntos de ventaja sobre el suizo Sébastien Buemi, el neocelandés Brendon Hartley y el nipón Ryo Hirakawa.