Las 500 Millas de Indianápolis están a la vuelta de la esquina y en la lista de los 33 participantes está el nombre de Agustín Canapino. No solo será su primera participación en esta icónica carrera, sino que también se convertirá en el primer argentino en competir en este evento en los últimos 83 años. Con su Dallara-Chevrolet del Juncos Hollinger Racing, equipo propiedad del también argentino Ricardo Juncos, Canapino se prepara para hacer historia este domingo.
En una entrevista exclusiva con Automundo, Canapino abrió su corazón y compartió sus emociones antes de su debut en las 500 Millas. “Cuando me acuesto por la noche y veo todo lo que estoy pasando, me pellizco para ver si es verdad. Y cuando veo que me duele, disfruto de todo esto porque me está pasando en serio”, expresó con emoción en su voz.
Sin embargo, detrás de esta inmensa alegría, se encuentran los recuerdos dolorosos y la tristeza que ha atravesado en los últimos dos años tras la pérdida de su padre. “Se me juntan un montón de cosas personales. Estos dos últimos años estaba muy triste por lo de mi papá y por eso me costaba disfrutar, me costaba todo”, reveló con sinceridad. Pero ahora, por primera vez, Canapino está encontrando la manera de disfrutar nuevamente de la vida y de su pasión por las carreras.
“Nunca la he tenido fácil… No me gusta hablar del tema, pero es como que ahora puedo disfrutar un poco de todo lo que hago sin estar tan ocupado en los problemas de mi vida, de la vida, de la cosa diaria…”, reflexionó el piloto argentino. A pesar de los desafíos que ha enfrentado a lo largo de su carrera, ahora se encuentra en un punto en el que puede sumergirse por completo en su pasión y entrega total al automovilismo.
Este momento representa una convergencia única para el Titán. Por un lado, está disfrutando de verdad por primera vez en mucho tiempo, y por otro, se enfrenta a un nivel de exigencia y compromiso profesional sin precedentes. “Por primera vez estoy disfrutando de verdad, como también por primera vez estoy tan exigido a nivel profesional. Nunca estuve tan comprometido y exigido a nivel profesional como ahora. Se me juntan las dos cosas”, confesó con convicción.
Canapino se siente orgulloso de mostrarse tal como es, sin máscaras ni barreras. “Este soy yo, este es Agustín, el que ven ahora es el de verdad, el que fue siempre y el que puede estar solamente pensando en hacer lo que más le gusta hacer, que es correr en autos y, encima, haciéndolo a un nivel extremo en el que nunca pensé estar”, compartió con humildad y gratitud.
El momento de la carrera representa un momento especial y mágico al que Canapino se acerca con expectación. “Todos me dicen que espere al domingo, como que es el momento en que no lo puedes creer, es el momento de las carreras. Dicen que ese momento es único y mágico. Que todo lo que estoy viviendo es increíblemente espectacular, pero que no es nada, ni cercano a lo que se vive el domingo. Veremos cómo se siente”, compartió con una mezcla de emoción y anticipación.
El domingo se convertirá en un capítulo épico en la historia de Agustín Canapino y del automovilismo argentino. El rugido de los motores, la tensión en el aire y el clamor de los aficionados serán testigos de la valentía y la determinación de este talentoso piloto. Sus experiencias personales y profesionales convergen en un momento crucial en el que busca dejar una huella imborrable en una de las carreras más importantes del automovilismo.
Será un día de emociones intensas, un día en el que un país entero se unirá para celebrar el coraje y la determinación de un verdadero campeón.
