El automovilismo argentino tiene un nuevo protagonista en el escenario internacional: el arrecifeño Agustín Canapino, quien contra todos los pronósticos -incluso los de él mismo- tuvo un gran debut en la categoría estadounidense IndyCar que inició su torneo el domingo en San Petersburgo. Con el Dallara-Chevrolet del Juncos Hollinger Racing, el Titán terminó 12° después de largar 21°.
“Estoy viviendo un sueño, no puedo creer que haya podido terminar la carrera. Me duele hasta el apellido, pero mantuvimos un buen ritmo de carrera, aunque se me complicaba mucho en los relanzamientos”, explicó Canapino en una entrevista a Campeones.
“Aunque estaba cansado me decía a mí mismo ‘hasta que no se me apague la tele yo de acá no me bajo’ y pude cumplir con lo que no creía que podía. Estaba asustado y angustiado porque me cansaba mucho. Es una mochila enorme la que me pude sacar”, reconoció el piloto de 31 años.
Canapino logró completar las 100 vueltas de la carrera sin cometer errores y superando los diferentes inconvenientes que se presentaron en una prueba que fue caótica debido a varios incidentes.
En la previa de su debut, Canapino puso en duda que pudiese llegar a ver la bandera de cuadros debido a la exigencia física y a la de los autos, más allá de que se preparó con todo en los últimos dos meses. Pero lo hizo y, según contó, sacó fuerzas recordando a su padre Alberto Canapino, quien falleció hace dos años. “Pensé en mi papá para poder terminar la carrera”, reconoció.
Tras este gran resultado, el argentino ya piensa en sus compromisos de la semana próxima: una prueba en Barber Motorsport, en Alabama; el lunes y el test para debutantes que realizará en el óvalo de Texas, que deberá superar exitosamente para competir en este tipo de trazados.