A partir de su llegada a la categoría estadounidense IndyCar, Agustín Canapino ha tenido la oportunidad de andar a velocidades que ningún otro compatriota ha experimentado en una pista: 380 km/h, tal como lo hizo durante las pruebas de clasificación para las 500 Millas de Indianápolis que lo tendrán entre sus protagonistas el próximo domingo.
Al ser consultado por Automundo sobre sus sentimientos al andar a esa velocidad, su respuesta cargada de emoción y admiración reflejan la incapacidad de transmitir con precisión lo que se significa enfrentar tal desafío. “Es imposible contestar esa pregunta… Hay que vivirlo”, afirmó el arrecifeño.
“He corrido por muchísimos años en Argentina, participé en las 24 Horas de Daytona, en las 12 Horas de Sebring, que es lo más cercano a esto que había experimentado, y nada es parecido”, agregó.
Canapino describió el andar por el óvalo de Indianápolis Motor Speedway con un tono de asombro y admiración: “Es algo totalmente fuera de lo que uno se pueda imaginar… Es súper riesgoso, súper difícil”.
Además, el piloto argentino confesó que la velocidad se siente de manera abrumadora, pero le resulta imposible encontrar las palabras adecuadas para explicarlo. No obstante, su rostro y sus gestos refuerzan su descripción: “Es una sensación increíble”.
Como preparación para la edición 107 de las 500 Millas, competencia marcada como la sexta fecha del año del torneo 2023 del IndyCar, Canapino saldrá a la pista el viernes en su último entrenamiento previo a la carrera.
Cuando inicie la competencia el próximo domingo se convertirá en el cuarto argentino en participar de esta legendaria prueba y el primero en 83 años después de la actuación de Raúl Riganti en 1940.
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