El coronavirus ha provocado una crisis financiera que también es pandemia. Esto afecta a miles de empresas, entre ellas muchas vinculadas al automovilismo en general y a la Fórmula 1 en particular. Tal es el caso de Williams y McLaren, dos equipos que en algún momento brillaron en la Máxima, pero que hoy no la están pasando nada bien. Claro que esto no es nuevo ya que, casualmente, ambas escuderías han tenido malas temporadas últimamente y eso ha repercutido en sus bolsillos, que hoy están flacos como para enfrentar las consecuencias del COVID-19.
WILLIAMS EN VENTA
Entre resultados deportivos decepcionantes y la crisis ligada a la epidemia, que motivó la ruptura con efecto inmediato de su relación con su principal socio ROKiT y su principal patrocinador ROK Drinks, Williams cortó por lo sano y anunció que su equipo está en venta.
“Williams Grand-Prix Holding pasa revista a todas las opciones estratégicas a disposición de la sociedad, incluida la cesión de una participación mayoritaria o una cesión total de la sociedad”, se explicó en un comunicado. Las otras opciones planteadas son la entrada de un accionista minoritario o un levantamiento de fondos.
El 2019 fue difícil para el equipo de Grove, que tuvo una pérdida operacional de 12,2 millones de dólares frente a un beneficio de 19,6 millones de dólares en esa actividad.
“Los resultados de 2019 reflejan el declive reciente en nuestra competitividad en las actividades de Fórmula 1 y las reducciones que han seguido en los ingresos de derechos comerciales”, explicó Mike O’Driscoll, presidente de Williams.
“La temporada 2020 de Fórmula 1 se ha visto, evidentemente, perturbada por la pandemia del COVID-19, y eso tendrá un impacto en nuestros ingresos comerciales este año”, pronosticó O’Driscoll.
McLAREN LUCHA POR SOBREVIVIR
Los números rojos también hacen peligrar la continuidad de McLaren, que para salvar todas sus operaciones hipotecó muchos de sus bienes, entre ellos la gigantesca planta de Woking y su colección de autos históricos.
La falta de carreras de F.1 y la caída en las ventas de sus súper deportivos, que pasaron de 953 unidades a 307, originaron un primer trimestre del año con pérdidas que oscilaron los 110 millones de dólares. Como comparación, en el mismo periodo del 2019 logró beneficios por 30 millones de dólares. Para encontrar fondos la compañía ya vendió tres de sus vehículos históricos por un valor de 6,3 millones de dólares.
Aunque la situación parece delicada, en McLaren Group son optimistas por las medias de reducción de gastos, que incluye el despido de 1.200 personas, 70 de ellas de la división de carreras. Además, se propusieron racionalizar gastos a partir de la reducción de eventos de marketing, carreras y viajes.
Vale recordar que Williams y McLaren, como tantas empresas británicas, ya habían colocado de una forma prolongada a parte de su personal en el sistema de desempleo parcial para atenuar los efectos de la crisis. Con ese mismo objetivo también les redujo el sueldo a sus pilotos y principales directivos.