Dentro de la gran cantidad de tradiciones que tiene las 24 Horas de Le Mans está la del Garaje 56, un lugar reservado para vehículos novedosos que no tienen por qué cumplir con las reglas técnicas del resto de las clases que participan de la prueba. Para la edición 2023, que marcará el centenario de la competencia, ese lugar estará reservado para un auto del NASCAR, más precisamente un Chevrolet Camaro Next Gen del Hendrick Motorsports.
“Garaje 56 es una oportunidad especial en Le Mans ya que esta carrera ha sido líder en procesos tecnológicos para la industria automotriz durante su existencia de casi un siglo”, afirmó Pierre Fillon, presidente del Automóvil Club del Oeste, que organiza la carrera y también el Mundial de Resistencia.
“Cuando el ACO recibe una solicitud para un programa Garaje 56 comenzamos hablando con los diseñadores, los socios del equipo y los proveedores para establecer parámetros de desempeño de manera que el programa pueda ser exitoso para todos los involucrados”, agregó Fillon, que aclaró que durante el siguiente año trabajará mancomunadamente en este proyecto con el NASCAR.
“Desde los primeros días de NASCAR era importante desempeñar un papel visible en los deportes de motor internacionales y no hay un escenario más grande que las 24 Horas de Le Mans”, dijo Jim France, presidente y director ejecutivo de la categoría estadounidense.
Seguramente, el NASCAR contará con las modificaciones necesarias para enfrentarse a la prueba, principalmente en el motor -un V8 de 5.2 litros que ofrece 670 caballos- y la aerodinámica.
Será la segunda vez que un vehículo de la serie yanqui corra en Le Mans. La anterior fue en 1976 con un Dodge Charger y un Ford Torino que no pudieron llegar al final.