Sobresalir en la Fórmula 1 de la década de 1970 tenía su mérito. En aquella época la máxima categoría estaba plagada de grandes pilotos. Todos eran héroes ante la mirada del público por todo lo que hacían dentro de la pista y fuera de ella.
Tal vez los ejemplos más claros sean el Niki Lauda, que sobrevivió a un auto en llamas; o James Hunt, que tenía una fama bien ganada de disfrutar de los placeres de la vida hasta pocos minutos antes de subirse a su auto.
En esa Fórmula 1 siempre rondaba la muerte. Jochen Rindt, Jo Siffert, Francois Cevert, Peter Revson, Tom Pryce y Ronnie Peterson fueron algunos de los que dejaron su vida en su intento por vencer.
Había muchísimos equipos. Algunos con mucha tradición, como Ferrari, BRM, Lotus o McLaren y otros que intentaban afianzarse como Tyrrell. También había escuderías que eran de ex pilotos como Surtees y Hill o incluso Brabahm, aunque con un tal Bernie Ecclestone como dueño.
Era una Fórmula 1 muy distinta a la actual. El reglamento técnico tenía muchas más libertades y eso se notaba en los vehículos, muy diferentes unos de otros. Cómo sería que hasta corrió y ganó un auto con seis ruedas. El vehículo fue creado por Tyrrell para la temporada de 1976 y se lo conoció como Project 34 o P34.
Derek Gardner, su diseñador, había decidido dotarlo de cuatro ruedas delanteras con neumáticos de 10 pulgadas para incrementar la penetración del aire y así conseguir un área frontal menor. Mientras que en el sector trasero mantenía las de 16 pulgadas.
Esta original solución tenía un problema ya que con esas pequeñas ruedas la adherencia de la parte delantera era deficiente. Para mejorarla se usó una compleja suspensión que lograba que las cuatro ruedas siempre estuviesen en contacto con la pista.
Durante el invierno del 75, el P34 salió a hacer sus primeros kilómetros en absoluto secreto. El equipo de Ken Tyrrell tomó la sabia decisión de compararlo con el 007, el modelo que estaban usando en ese momento.
El rendimiento del nuevo auto fue superlativo, aunque luego se le hicieron algunas mejoras solicitadas por los pilotos Patrick Depailler y Jody Scheckter, quienes no lograban ver la degradación de las gomas delanteras.
Así al carenado se lo dotó de partes transparentes para que ambos pudiesen estar al tanto del desgaste de las cubiertas, aunque Tyrrell prefería decir que era para que el público disfrutara del manejo de sus corredores…
Tyrrell encontró un gran aliado en la empresa de neumáticos Goodyear que aceptó entregarle esas gomas de 10 pulgadas especiales que necesitaba su nuevo modelo.
El P34 debutó en el Gran Premio de España, la tercera fecha del torneo de 1976. Obviamente, causó sorpresa por su apariencia, pero también por su rendimiento ya que Depallier lo puso tercero en la clasificación, aunque abandonó en la carrera por un accidente causado por una falla en los frenos (algo que sería una constante en el auto). Scheckter, en tanto, usó un 007 con el que fue 14º en la tanda cronometrada y desertó por una perdida de aceite.
A partir de la segunda presentación, en Bélgica, el P34 se convirtió en un vehículo muy competitivo. En Spa, Scheckter fue cuarto. En el callejero de Montecarlo el sudafricano llegó 2º y su compañero 3º. Y en Suecia Tyrrell alcanzó la gloria con un doblete con Scheckter primero y Depallier segundo. Entre los dos pilotos lograron 10 podios y le dieron a Tyrrell el tercer lugar en la Copa de Constructores. Scheckter, además, quedó tercero en el torneo.
El talón de Aquiles del auto era el sobrecalentamiento de las pequeñas gomas y los frenos. Se intentó solucionar esas deficiencias con todo tipo de desarrollos, pero no se logró. Al margen de estos inconvenientes, la decisión de Goodyear de no evolucionar los neumáticos delanteros exclusivos para Tyrrell al mismo ritmo que los traseros, que eran iguales para todos los equipos, fue determinante en el futuro del P34.
Esa falta de evolución se hizo notar en el ’77, ya con Ronnie Peterson ocupando el lugar de Scheckter. Logró solo cuatro podios y un segundo puesto como mejor resultado con Depailler en el GP de Japón.
A fin de aquel torneo el Tyrrell P34 quedó guardado para siempre en un garage, aunque sirvió de inspiración para otros equipos que construyeron sus propios modelos de seis ruedas, aunque ninguno logró competir. Ya entrada la década de 1980 la Federación Internacional del Automóvil tomó cartas en el asunto y directamente prohibió el uso de autos de más de cuatro ruedas.
A pesar del escaso tiempo que estuvo en las pistas, el Tyrrell P34 se ha mantenido vivo en la memoria popular por su innovación. Ver algo así en la Fórmula 1 sería imposible y es una lástima porque, en definitiva, ese ingenio y libertad de creación reflejada en el Tyrrell de seis ruedas fue lo que llevó a la categoría a ser la más importante del mundo.
Muy buena nota. Muy interesante. Felicitaciones. Y gracias por traernos a la memoria esos coches de la época más linda de la F, 1
Gracias por tu comentario!!!