Por primera vez en la historia un GP de la Máxima fue transmitido por Twitch, la plataforma favorita de los jóvenes.
Desde que se hizo cargo de la Fórmula 1 en septiembre de 2016, la empresa Liberty Media rompió con los estándares impuestos por el inglés Bernie Ecclestone durante su reinado al frente de la categoría.
La nueva administración logró que la Máxima tenga su propia plataforma de streaming de pago, transmita las previas de cada Gran Premio a través de YouTube de manera gratuita y hasta sea un éxito en Netflix con su propia serie.
Con el objetivo puesto en cautivar a los millennials, su última jugada fue aliarse con Twitch, la plataforma de video favorita de este público (especialmente de los aficionados a los videojuegos).
El estreno del acuerdo fue durante el GP de México mediante una retransmisión interactiva en seis países europeos: Alemania, Suiza, Luxemburgo, Dinamarca, Noruega y Suecia.
Aunque la unión fue solo por esta carrera, representó el primer paso de la F.1 para acercarse a una de las plataformas que más crecimiento ha experimentado en los últimos años y que además es utilizada por ése usuario joven al que todos los deportes se quieren aproximar.
Según datos de la categoría, la edad media del espectador del campeonato es de 40 años y solo el 14 % de los aficionados tienen menos de 25. Motivo suficiente para entablar relación con Twitch, que diariamente es visitada por 15 millones de personas en busca del contenido que publican cada mes tres millones de creadores.
“Esta plataforma tiene una increíble llegada y este paso es un giro creativo único en las coberturas de deportes para llegar a la audiencia digital”, señaló Frank Arthofer, director del área digital de la Fórmula 1.
Twitch, que se lanzó en 2007 como parte de la web de retransmisión de contenido en video Justin.tv, comenzó a ganar importancia a partir de 2011 por ser el canal elegido para retransmitir videojuegos de muchas competiciones de deportes electrónicos.
Su crecimiento provocó una pugna entre dos de los gigantes de Internet, Google y Amazon, para comprar la plataforma. La puja la ganó Amazon en agosto de 2014 a cambio de más de 800 millones de dólares.
