Nuevo capítulo en la disputa que mantiene en vilo al automovilismo argentino y que tiene como protagonistas al Automóvil Club Argentino y a la Asociación Corredores Turismo Carretera. Después de la notificación enviada por el ACA, en la que se le revoca “el poder deportivo selectivo oportunamente delegado” a la ACTC para la fiscalización de las categorías Turismo Carretera, TC Pista y Top Race, salió la siguiente contestación de la entidad teceista.
“La Asociación Corredores Turismo Carretera hace saber a sus categorías y a las recientemente integradas de las Federaciones Regionales, que en el marco de la Ley Provincial N° 12.391 cuentan con el total apoyo y respaldo legal de esta institución, con las coberturas de seguros que correspondan en cada caso, ya que la práctica del automovilismo es una actividad lícita en la Argentina bajo sus reglamentos deportivos”, explicó la entidad en un mensaje firmado por su presidente Hugo Mazzacane.
De esta manera, la ACTC expone que su fiscalización cuenta con el aval de la Comisión Provincial de Automovilismo y Motociclismo Deportivo (COPAM), que fue creada a través de la ley sancionada en 1999 y puesta en práctica a partir de enero de 2000.
¿QUÉ ES LA COPAM?
La COPAM es una comisión que está integrada por representantes del Instituto Bonaerense del Deporte, Ministerio de Justicia y Seguridad, Dirección Provincial de Transporte, Administración Provincial de Vialidad, Policía, ACA, ACTC, Federación Bonaerense de Motociclismo y Confederación Argentina de Motociclismo Deportivo.
¿QUÉ DICE LA LEY PROVINCIAL N° 12.391?
En el artículo 3 de la Ley N° 12.391 se especifica que la COPAM tiene las siguientes funciones: ordenar y disponer los aspectos de seguridad de espectáculos, en cuanto al público o referente a las condiciones del escenario donde se realicen las pruebas; fiscalizar el normal desarrollo de la actividad deportiva, ya sea que se utilice la vía pública como la que se realice en predios cerrados; y habilitar, previo estudio, autódromos, circuitos o pistas.
UN CONFLICTO QUE LLEVA AÑOS
El conflicto entre el ACA y la ACTC no es nuevo. De hecho, a fines de los ’70 la disputa entre ambas entidades llevó al ente teceísta de organizar y fiscalizar sus propios campeonatos.
La anterior disputa ocurrió a inicios del Siglo XXI. A medidos de abril de 2001, después de varios meses de discusiones, el ACA y la ACTC emitieron de manera conjunta un comunicado de prensa en el que anunciaron el fin de esa pelea por el poder deportivo y establecieron cómo se regularía el automovilismo argentino a partir de ese momento.
Como primera medida, la ACTC reconoció que el ACA era dueño del poder deportivo para la actividad del automovilismo, “tanto en la actividad nacional como internacional y como surge de las normas de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) desde 1926”.
En tal sentido, la ACTC le solicitó al ACA, “que en su condición de autoridad deportiva nacional y conforme a las normas del Estatuto de la FIA y al Código Deportivo Internacional (CDI), el reconocimiento de la actividad de fiscalización, que venían desarrollando para las categorías Turismo Carretera, Turismo Carretera Pista y Top Race”.
“De acuerdo con la solicitud de la ACTC, el Automóvil Club Argentino delegará de conformidad con lo señalado en el inc. C) del Art. 5 del Estatuto de la FIA el ejercicio del poder deportivo en forma selectiva en la ACTC para la realización de su actividad fiscalizadora en las categorías antes mencionadas”, explicó el ACA.
Tras este acuerdo ambas instituciones “establecieron de común acuerdo las pautas de dicha delegación”, lo que fue comunicado oportunamente a la FIA.
A fines del año pasado la crisis volvió a estallar cuando el ACA le exigió a las categorías que corrían en el autódromo de La Plata licencias médicas expedidas a través de la Asociación Argentina de Volante, desconociendo las otorgadas por Medicina de Alta Competición aprobadas por la ACTC.
Esto llevó a la ACTC a romper relaciones con el ACA. A partir de ahí cambió el mapa del automovilismo argentino ya que categorías como el Turismo Nacional y el Turismo Pista decidieron dejar la órbita del Automóvil Club y solicitaron ser fiscalizadas por la entidad regenteada por Mazzacane. Lo mismo ha sucedido con algunas federaciones. Esto ha llevado a la ACTC a tener bajo su poder la fiscalización de más de medio centenar de campeonatos.