Toyota asumió un reto en 1994 que, por aquel entonces, parecía una utopía: crear un coche respetuoso con el medio ambiente, con consumos y emisiones más bajos, pero sin renunciar a la potencia, confort y seguridad que se le pide a un automóvil. En 1997 nació la primera generación del Prius, que, con su tecnología revolucionaria, se convirtió en el primer híbrido de producción en masa en la historia del automóvil.
La tecnología híbrida comenzó a popularizarse y Toyota quería demostrar su eficiencia y fiabilidad también en las carreras. Las primeras señales de esta nueva aventura se produjeron en 2005, cuando Toyota Motor Corporation (TMC) comunicó que “se consideraba una actividad en competición con un sistema de propulsión híbrido”.
Las pruebas de resistencia fueron el entorno ideal para este proyecto, porque son las que mejor ponen a prueba la robustez y fiabilidad de una nueva tecnología; y porque en ellas, el consumo de combustible es de vital importancia. Pero había un gran escollo: al ser una tecnología tan novedosa, no existían coches de carreras híbridos, ni competiciones o categorías diseñadas para ellos o que permitieran su participación. Por este motivo, Toyota comenzó diseñando un sistema híbrido muy versátil, denominado Toyota Hybrid System – Racing (THS-R), que pudiera adaptarse a diferentes coches y disciplinas. Su filosofía de funcionamiento era muy sencilla: recuperar energía en las frenadas, para emplearla en las aceleraciones, apoyando con un motor eléctrico al motor principal de combustión.
Paso a paso, la tecnología híbrida THS-R fue evolucionando hasta llegar a la vanguardia actual, donde todos los años de investigación y desarrollo han permitido que los mayores avances en tecnología híbrida cambien de sentido y vuelvan a recorrer el camino original, de la competición a la calle. Los avances en la tecnología híbrida reportarán un beneficio directo a los clientes de Toyota en la carretera, y se combinan con los conocimientos adquiridos por los ingenieros de motores para crear vehículos cada vez mejores en el futuro.
2006: LEXUS GS 450H THS-R
El primer modelo con un sistema híbrido específicamente desarrollado para competición. Partiendo de un GS450h, se le acopló un condensador para hacer posible los rápidos ciclos de carga y descarga que se dan en competición, imposibles con la batería de níquel e hidruro metálico de aquel entonces. Participó en las 24 de Tokachi en julio de 2006 y termino en la posición 17 entre 33 competidores, un resultado notable para un vehículo de tecnología revolucionaria y prácticamente experimental.
2007: TOYOTA SUPRA HV-R
El primer coche híbrido del mundo que ganó una carrera. Fue en las 24 Horas de Tokachi, el 16 de julio de 2007. El Supra HV-R completó 616 vueltas en un circuito de 5,091 km, 19 vueltas más que el segundo clasificado. Estaba basado en el Supra Super GT, con un sistema de propulsión que consistía en un motor de gasolina V8 de 4,5 l y 480 CV, un motor eléctrico en el eje trasero y otros dos más, uno en cada rueda delantera. Con tracción total y una potencia combinada superior a 700 CV, era una auténtica bestia de los circuitos.
2012: TOYOTA TS030 HYBRID
Toyota decide regresar en 2012 a la máxima competición de resistencia, diseñando un impresionante prototipo con tecnología híbrida, el primero en el Campeonato del Mundo de Resistencia WEC. En su temporada de debut, consiguió ganar en tres de las seis carreras del campeonato, mostrando una sorprendente competitividad. El sistema de recuperación de energía constaba una unidad MGU en el eje trasero que alimentaba un súper condensador. El sistema de propulsión híbrido estaba compuesto por un motor atmosférico V8 de 3,4 l. con 530 CV, y un motor eléctrico de 300 CV.
2013: TOYOTA TS030 HYBRID
La temporada 2013 fue la primera completa de Toyota en el WEC. El coche sufrió modificaciones en el bastidor para hacerlo más resistente en eventuales impactos y el monocasco se simplificó, aceptando ya solo un sistema híbrido trasero (en el prototipo 2012, también podía ser delantero). El sistema de propulsión evolucionó para mejorar el rendimiento y la fiabilidad. El equipo Toyota GAZOO Racing consiguió cuatro podios y dos victorias en el campeonato.
2014/2015: TOYOTA TS040 HYBRID
Una evolución radical respecto al TS030 HYBRID. El sistema de recuperación de energía pasa a estar formado por dos unidades MGU con su propio súper condensador, una en cada eje. Por lo tanto, cuando el MGU delantero actuaba como motor, el TS040 HYBRID funcionaba como un tracción total y entregaba una potencia de hasta 1.000 CV. La potencia aumentaba un 18 por ciento con relación al TS030 HYBRID aunque el consumo era un 25 por ciento menor, gracias a que el nuevo sistema híbrido más eficiente y más capaz de recuperar energía. El motor atmosférico V8 pasó a tener 3,7 l de cilindrada (520 CV) y la caja de cambios, siete velocidades.
Cinco victorias en ocho carreras y al menos un coche en el podio en todas hicieron que Toyota Racing conquistara el Campeonato del Mundo de Resistencia, en una histórica temporada 2014. Fue la primera vez que un fabricante japonés ganaba el Campeonato Mundial de Resistencia y se ponía fin a los 15 años de espera de Toyota por un título mundial, desde el triunfo en el Campeonato Mundial de Rallys de 1999.
2016/2017: TOYOTA TS050 HYBRID
Para 2016 el sistema híbrido del TS050 HYBRID fue completamente transformado con relación al TS040 HYBRID para competir en la máxima categoría de híbridos del WEC, que permite emplear hasta 8 MJ (2,2 kWh) de energía eléctrica por vuelta. Por este motivo, los súper condensadores se reemplazan por una batería de iones de litio, y se revisan los sistemas de refrigeración y de la transmisión. Además, el MGU delantero se cambió de posición para mejorar la aerodinámica y la cinemática de la suspensión. El motor térmico pasó de un V8 atmosférico a un muy eficiente V6 biturbo de 2.4 litros, con inyección directa y 500 CV. La potencia total, con los motores eléctricos, superaba los 1.000 CV.
La mayor eficiencia de combustible del TS050 HYBRID respecto a sus rivales le permitió realizar 14 vueltas por turno, una más que los competidores. Gracias a ello, el equipo Toyota GAZOO Racing lideró la mayor parte de las 24 Horas de Le Mans 2016, cediendo la victoria a solo cinco minutos del final. En lo que debería haber sido la penúltima vuelta de la carrera, un fallo en el motor hizo que Toyota no pudiera inscribir por primera vez su nombre entre los ganadores de esta mítica carrera, en uno de los finales de carrera más crueles de la historia del automovilismo deportivo.
Con el objetivo claro de la victoria en Le Mans, lo único que permanece sin grandes modificaciones en la versión 2017 del TS050 HYBRID es el monocasco. Su sistema híbrido tiene una batería de iones de litio aún más desarrollada, y las unidades MGU son más pequeñas y ligeras. El motor V6 biturbo aumenta su rendimiento gracias a un diseño distinto de la cámara de combustión y un aumento de relación de compresión. Para cumplir la normativa vigente este año, el spliter delantero está 15 mm más arriba y el difusor trasero es más estrecho, lo que previsiblemente aumentará el tiempo por vuelta en varios segundos. El TS050 HYBRID ha ganado las dos carreras que se han disputado hasta la fecha del Campeonato del Mundo de Resistencia (Silverstone y Spa). El equipo Toyota GAZOO Racing confía en que la próxima -Le Mans- también será un éxito.