Dentro de la extensa lista de participantes que hay en la clase LMP2 que aspiran a alcanzar la gloria en la 89ª edición de las 24 Horas de Le Mans se destaca el trío del Richard Mille Racing Team ya que está integrado por mujeres: la colombiana Tatiana Calderón, la alemana Sophia Flörsch y la neerlandesa Beitske Visser.
El equipo, dirigido por Signatech y que cuenta con el respaldo de Federación Internacional del Automóvil, tuvo un buen 2020 en la European Le Mans Series, que se reflejó con el quinto puesto en su debut en Paul Ricard y el noveno en su clase en Le Mans.
Tras un año de trabajo, las pilotos quieren más, como lo demostraron en este 2021 con el par de octavos puestos que lograron en Spa-Francorchams y Monza, intercalados con el sexto lugar en Portimao.
“Es una locura pensar que la primera carrera que hicimos todas juntos fue Le Mans el año pasado. Es asombroso ver lo lejos que hemos llegado y cuánto hemos entendido la mentalidad de resistencia porque cuando vienes de competir en monopostos puedes ser muy egoísta al principio”, analizó Calderón.
“Nuestro segundo año aquí es muy importante para aprovechar la experiencia del 2020. Por supuesto, queremos hacerlo mejor y creo que tendremos un mejor ritmo”, agregó la colombiana.
Claro que destacarse en la LMP2 no será fácil, más si se tiene en cuenta la plantilla de competidores que incluye a varios con mucha experiencia como el belga Stoffel Vandoorne, el neerlandés Robin Frijns o los británicos Tom Blomqvist y Alexander Lynn.
“Sí, la competencia será más dura en mi opinión. No será fácil igualar lo que hicimos el año pasado, pero haremos todo lo posible para luchar contra ellos y, con suerte, obtendremos un buen resultado”, completó Tatiana, ansiosa por comenzar a acelerar Oreca 07-Gibson N° 1 en busca de un resultado soñado.
