En los años ’60 y ’70 pilotos de Fórmula 1 como Jochen Rindt, Mario Andretti, Jo Siffert y Clay Regazzoni usaban un cronógrafo de pulsera creado por TAG Heuer que con el tiempo se convirtió en un ícono, el Autavia, bautizado así por la contracción de AUTomóvil y AVIAción. Este modelo icónico creado en 1962 renace con motivo de su 55º aniversario, con los rasgos de un heredero neorretro con funciones actualizadas y motor “de la casa”.
Único en su clase, la vuelta a las pistas del Autavia es el fruto de una operación colaborativa inédita, la “Autavia Cup”, organizada en 2016. Su objetivo: consultar a la comunidad de seguidores y coleccionistas de la marca, dialogar con los entendidos y ofrecerles la posibilidad de elegir el modelo histórico que inspirará la renovación del Autavia.
Entre 16 Autavia de primera generación (de los años 60), los internautas escogieron a su favorito. Con más de 50.000 votos registrados, dos rondas de votaciones, cuatro finalistas y un gran vencedor: el famoso Autavia ref. 2446 Mark 3, diseñado en 1966, y conocido por todos como “Rindt” porque el célebre campeón de F.1 lo llevaba puesto en todo momento.
Más imponente que su antecesor, ya que su diámetro mide 42 mm frente a los 39 mm del de los años 60, con un bisel graduado de 12 horas y un movimiento cronógrafo de manufactura nuevo (el calibre Heuer-02), el Autavia de última generación contiene el ADN y los códigos estéticos del original, adaptados al presente.
Sus funciones responden a las exigencias actuales: calibre automático, autonomía de 80 horas, fecha en las 6 h y hermeticidad hasta 100 metros. De aluminio negro, el bisel con muescas bidireccional rodea una esfera negra con tres contadores blancos azulados, dispuestos de forma ideal. Una indicación legible, equilibrada, con agujas e índices aplicados de acero y revestidos de Super-LumiNova® beige.
Futura pieza de coleccionista, el Autavia de nueva generación permanece fiel a las líneas sencillas y robustas de su antecesor. Un look retro reinterpretado con toques de modernidad, anclado en el mundo actual. Pulsadores de tipo seta, corona acanalada, logotipo Heuer y correa de piel de becerro envejecida para conseguir el aire vintage. Giro contemporáneo con las bazas de una fecha en ventanilla y un fondo de zafiro. Como la pátina de un reloj vintage, el revestimiento luminiscente es de un tono beige, que combina con los pespuntes de la correa. Un estilo neorretro bien estudiado, a imagen de las subdivisiones de minutería, según la regla ergonómica «1/3-2/3» de la época, elaborada por Jack Heuer para aumentar la legibilidad y la precisión.
La inscripción “Heuer-02” encima de la ventanilla de fecha señala una de las principales innovaciones de esta línea contemporánea: su motor de la casa, el nuevo calibre de cronógrafo Heuer-02, con una frecuencia de 4 Hz para lograr una reserva de marcha de 80 horas.
Con apenas 6,9 mm de grosor, este movimiento automático de 233 componentes está provisto de una rueda de pilares y un embrague vertical. Adornado con acabados tradicionales visibles a través del fondo de zafiro de la caja, esta mecánica manufacturada por TAG Heuer ofrece en la esfera una separación máxima para los contadores con la que se logra el equilibrio visual y una lectura perfecta.
Los incondicionales del Autavia original ya han caído rendidos ante el encanto de esta generación neorretro. Su herencia de las carreras automovilísticas, sus imponentes atributos y su carácter emblemático se conservan con cuidado y respeto. Proporciones ideales, tipografía, acabados de los contadores, legibilidad y potencia del bisel giratorio, lo tiene todo. Bono para los puristas, existe una variante de la correa: puede escogerse piel de becerro marrón envejecida con pespuntes en crudo o acero de 7 hileras “granos de arroz” de inspiración sesentera. Autavia en mano, una propulsión hacia el universo estilístico de los Trente Glorieuses (edad de oro del capitalismo entre 1945 y 1975) y sus impetuosos protagonistas.
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