Aunque han pasado solo unas pocas horas desde que el Súper TC2000 pasó a manos de los hermanos Alejandro y Diego Levy –también propietarios del Top Race y el CarX- ambos tienen bien claro qué hacer para que la categoría que le adquirieron al Grupo Clarín vuelva a brillar como antaño.
Los objetivos son a corto, mediano y largo plazo, entendiendo que este 2022 será un año de transición en algunos aspectos. Respecto al calendario, por ejemplo, se respetarán todos los acuerdos ya firmados por AutoSports, más allá de la decisión de pasar el inicio del campeonato del 20 de febrero en Alta Gracia (Córdoba) al 13 de marzo en Rosario (Santa Fe).
Algo que ya se apreciará en este mismo año está relacionado con el reglamento de campeonato. Se utilizará un sistema de lastre por carrera, como ya utilizan varias categorías, dejando así de lado las penalizaciones por posición de campeonato que tan difícil eran de entender.
La denominación también es algo que los Levy quieren cambiar. La idea es volver a usar el nombre de TC2000 para la categoría principal, aunque eso no se podría aplicar este año por cuestiones contractuales entre los equipos y sus patrocinadores.
Los costos es otro de los temas en los que los Levy harán énfasis. Quieren tener una categoría económica, pero que no pierda su esencia tecnológica. La receta de tener presupuestos acordes a la economía de la Argentina ya les resultó exitosa en el Top Race y creen que es la mejor manera para captar más equipos y pilotos.
Pero lo más interesante es que la intención de volver a utilizar las motorizaciones originales de cada marca, aunque eso no es algo que consideren “prioritario”. Sin dudas, esta es la medida que más aplaudirán los fanáticos del automovilismo tradicional.
Obviamente, también trabajarán para fortalecer al TC2000 y a la Fórmula 2.0 ya que la meta de los Levy es potenciar todas las categorías y conseguir que se potencien unas con otras.