“Era un buena persona, siempre andaba con una sonrisa. Y como compañero, no tenía problemas en ayudarte”. Las palabras de Javier Pizzolito describen a la perfección al portugués Paulo Goncalves, el motociclista de 40 años que falleció hoy durante la disputa de la séptima etapa del Dakar 2020 entre Riad y Wadi Al-Dawasir.
Goncalves no era uno más de los aventureros dakarianos. Su consistencia y buenos resultados (fue segundo en 2015) le permitieron hace tiempo lucir su número con el fondo amarillo, ése que distingue a los pilotos “elite” del resto.
Tras varios años en Honda, donde compartió la estructura con el pinamarense y el salteño Kevin Benavides, para esta temporada decidió sumarse al team de la marca india Hero para colaborar con el desarrollo de su moto. “Esta es mi cuarta carrera. La moto es buena, solo hay que mejorar algunas cosas”, le dijo a Automundo durante una de las primeras etapas.
Goncalves se accidentó en el kilómetro 263 de los 546 pactados para la jornada. El australiano Toby Price (KTM), vigente campeón y que marcha cuarto en la general que lidera el estadounidense Ricky Brabec (Honda), fue uno de los primeros que llegó para asistirle. Paulo estaba inconsciente y presentaba una paro cardiorrespiratorio cuando acudió a su rescate un helicóptero de la organización. Los médicos le practicaron maniobras de reanimación en el mismo lugar del accidente sin éxito, por lo que fue trasladado al hospital de Layla, en Riad, donde se certificó su fallecimiento.
A la llegada al campamento, Price no quiso hablar con la prensa. Y su única declaración pública la dio en una story de Instagram: “El primero a tu lado… Lo siento, no pude hacer nada. Todos te amamos leyenda”, escribió junto a una foto de Speedy, como todos conocían al portugués.
Los integrantes del equipo Honda también se mostraron conmocionados con la situación. Incluso Benavides, que ganó la etapa, se metió en su motorhome a penas llegó al vivac y tampoco quiso hablar con los periodistas.
“Ha sido la peor etapa de mi vida… Todavía no lo puedo creer. Paulo era un ejemplo y un dakariano auténtico. Todo el mundo lo quería”, señaló la española Laia Sanz. “Día de no creer. Tantos años compitiendo juntos y siempre un excelente compañero. Y con tu típica sonrisa que siempre mostrabas. Descansa Speedy”, agregó su compatriota Joan Pedrero. “Me cuidaste durante todos estos años como un hermano. Los recuerdos de la inmensidad de horas que pasábamos solos en el desierto, cuidándonos a 100 metros el uno del otro, permanecerán siempre en mi alma. Te quiero Paulo”, dijo Joan Barreda Bort, otro de los españoles con los que Goncalvez compartió equipo, a través de su cuenta de Instagram.
La tristeza invadió al campamento en Wadi Al-Dawasir y todos se lamentaron por la pérdida de Paulo Goncalves, ese portugués de la eterna sonrisa…