“Soy estadounidense, con padres argentinos y nombre irlandés, ¡qué mezcla!”, dispara Sean Dylan Kelly antes de hablar de su vida y de sus sueños dentro del motociclismo. Este jovencito de solo 19 años, que corre en la categoría Moto2 del Mundial, no se olvida de sus orígenes, como lo demuestra con su acento bien argentino que sus papás no dejaron que perdiera o con su gusto por el asado, las facturas y el dulce de leche.
Sus padres son Andrea, de Liniers; y Patricio, de Hurlingham. Ambos se fueron a Estados Unidos en 2001 aquejados por la situación económica de la Argentina y también por la inseguridad. “Llegamos en agosto, un mes antes del atentado a las Torres Gemelas”, le dice la mamá del piloto a Automundo.
Sean nació en Miami al poco tiempo de que su familia se radicó en USA, el 17 de mayo de 2002. De muy pequeño había mostrado mucho interés por todo lo que tenía ruedas y motores y a los cinco convenció a su padre de que lo dejara probar un karting.
Lamentablemente, se quedó con las ganas por su estatura. Sin embargo, el destino quiso que muy cerca de su casa hubiese un mecánico argentino con una pocket bike. “Ese día me enamoré de las motos”, asegura.
A los seis comenzó a competir y no paró más. Hasta los 11 corrió en la parte este de Estados Unidos. En ese lapso logró diez campeonatos y, como dice él, “lo que empezó como un hobby se convirtió en algo más profesional”. Así fue que el motociclismo llevó a su familia a vivir en España durante un tiempo para que él pudiera competir en la Red Bull MotoGP Rookies Cup entre 2016 y 2018. Cumplida esa etapa volvió a su país para participar en MotoAmerica Supersport, donde rápidamente se convirtió en uno de sus protagonistas.
Terminó cuarto en la primera temporada, fue subcampeón en 2020 con dos triunfos y el año pasado se consagró campeón en una campaña que incluyó 12 victorias. Eso le abrió las puertas para el Mundial, al que llegó este año como piloto del American Racing.
La edición 2022 del Gran Premio de Argentina le permitió a Sean volver al país y visitar a sus parientes, algo que no hacía desde 2012. “Como somos tantos en nuestra familia tuvimos que alquilar nosotros una casa por unos días para que ellos pudiera venir a visitarnos. Fue realmente muy especial”, se sinceró.
Kelly, que tiene una bandera argentina en su moto, no oculta que su gran objetivo es convertirse en el próximo campeón norteamericano en el MotoGP, algo con lo que podría igualar a su ídolo: Nicky Hayden, fallecido en 2017.
“Tuve la suerte de conocerlo y teníamos una gran relación. Cuando estaba en la Red Bull MotoGP Rookies Cup era la única leyenda del motociclismo americano que venía a hablar conmigo. Yo tenía solo 13 años y esa actitud de humildad me abrió muchos los ojos. Mi objetivo es ser el próximo campeón en MotoGP, como lo fue él”, admite.
Poco a poco la historia de Sean Dylan Kelly se ha hecho conocida en el mundillo del motociclismo local y hoy muchos lo ven como un argentino más, aunque su pasaporte indique lo contrario: “Es mi primer año en el Mundial y cada vez son más las personas que saben que tengo sangre argentina. Además, te puedo asegurar que en este autódromo no hay ningún piloto que tenga el acento argentino que tengo yo”. Y tiene razón…
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