Rolls-Royce ya está trabajando en su primer modelo eléctrico, que llegará en algún momento de la próxima década. Este primer EV de la marca británica ya tiene nombre: Rolls-Royce Silent Shadow.
El Rolls-Royce Silent Shadow utilizaría la plataforma del Phantom como base y se beneficiaría de la tecnología eléctrica de BMW con una batería de más de 100 kilovatios hora. De esta manera lograría una autonomía superior a 500 kilómetros.
La estrategia hacia la electrificación de Rolls-Royce no incluye ningún paso intermedio, descartándose así que cuente en su line-up con modelos híbridos o híbridos enchufables.
Según Torsten Muller-Otvos, CEO de Rolls-Royce, la electrificación encaja perfectamente en la política de la compañía: “Porque son coches silenciosos y poderosos. Esa es la razón por la que vamos a pasar directamente de la combustión a la electrificación”.
Rolls-Royce ya coqueteó con la electrificación en 2011 cuando presentó en el Salón del Automóvil de Ginebra al Rolls-Royce 120EX Concept. Basado sobre un Phantom estaba equipado con dos motores eléctricos con una potencia total de 395 caballos.
Este vehículo aceleraba de 0 a 100 km/h en 8 segundos, tenía una velocidad máxima de 160 km/h y su autonomía llegaba a los 200 kilómetros.