La Fábrica de Santa Isabel se vistió de gala una vez más para conmemorar el aniversario de fabricación de uno de los modelos más emblemáticos de Renault y de la historia automotriz de la Argentina, que con el paso de los años se ha convirtió en un ícono de la cultura popular en nuestro país: el Renault 4.
“En Renault Argentina nos sentimos sumamente orgullosos de contar con una historia tan rica y significativa para muchos. Poder rendir homenaje al Renault 4, un vehículo que marcó a varias familias argentinas y que también representa un modelo sumamente arraigado en el ADN de nuestra marca, nos llena de orgullo”, afirmó Pablo Sibilla, Presidente y Director General de Renault Argentina.
“El Renault 4 es un puente que nos ayuda a conectar directamente la historia de Renault con el futuro de la marca, por cierto, muy prometedor para los próximos años”, agregó el ejecutivo.
Participaron de esta conmemoración representantes de Renault Classic, del Club Restauradores R4 de Buenos Aires y de Club Córdoba R4.
HISTORIA DEL RENAULT 4 EN ARGENTINA
El Renault 4 llegó al mercado argentino de la mano de Industrias Kaiser Argentina S.A., merced al acuerdo que había firmado con la Régie National des Usines Renault. El 26 de septiembre de 1963, el Renault 4 se convertía en el segundo producto de la marca del rombo en ser fabricado en la planta cordobesa Santa Isabel.
A diferencia del modelo europeo, el modelo nacional equipaba el motor Ventoux (versión deportiva del Billancourt) de 845 cm³ que montaban los Dauphine nacionales, asociado a una caja de cambios de tres relaciones.
En 1964 se sumó la versión denominada Furgoneta, que estaba disponible como furgón de carga, sin vidrios laterales en la caja o como break, con asientos traseros, butacas delanteras reclinables para permitir el acceso, y ventanillas en los laterales de la caja. En 1965 toda la gama incorporó la caja de cambios manual de cuatro velocidades y un sistema eléctrico de 12 Volts.
En el mes de julio de 1966 llegaría el anuncio al público de la producción de la unidad 100.000 de la marca Renault y que justamente le tocó a un Renault 4L, algo que marcó un hito para la planta de Santa Isabel en la provincia de Córdoba.
Para responder rápidamente a las emergencias en el pesado tránsito de las grandes ciudades, IKA lanzó la Ambulancia Renault 4F. Contaba con un solo asiento delantero, un transportín para dos ocupantes se alojaba detrás de éste, mientras que una camilla de 1,80 metro de longitud estaba afirmada en el sector derecho del vehículo. Venía equipada con la baliza sobre el techo y sus tres ventanillas de caja tenían vidrios traslúcidos.
Para finales de 1970, y sobre la base del 4S, la marca lanzó una edición especial denominada El Correcaminos, que se destacaba por sus faros auxiliares circulares delante de la parrilla, franjas decorativas laterales y llantas sin tazas. Se fabricó hasta 1974. En 1971 se discontinuó el Renault 4L.
A fines de 1978 la marca decidió modernizar el diseño del Renault 4S, dotándolo de una nueva parrilla, confeccionada en plástico de color gris opaco, a tono con las gruesas molduras laterales y con la pintura de ambos paragolpes. Asimismo, se estrenaron nuevos faros de posición y giro delanteros con formato rectangular, junto a un espejo exterior de color negro sobre el lado del conductor. En el habitáculo se destacaban los nuevos tapizados, cinturones de seguridad y gavetas internas para el almacenamiento de objetos.
En 1981 se agregaron unas defensas metálicas laterales que se integraban al paragolpes delantero y que servían para proteger ambas esquinas en caso de golpes a baja velocidad.
Para mediados de 1987, Renault decidió discontinuar la gama Renault 4, por lo que, tras haber fabricado 157.315 unidades entre todas sus versiones, durante 25 años ininterrumpidos en la línea de producción, la última unidad salió de Santa Isabel el 29 de diciembre de 1987.