Durante la presentación del Red Bull RB20, el nuevo monoplaza de Red Bull Racing para la temporada 2024 de la Fórmula 1, la escudería austríaca trató de mantener en secreto los principales detalles del vehículo creado por el ingeniero inglés Adrian Newey. Los renders, meticulosamente editados, ocultaban, por ejemplo, las entradas de aire dejando a los fanáticos con más preguntas que respuestas.
En las imágenes del coche real, la entrada de aire no se mostraba completamente, generando especulaciones sobre una solución al estilo Mercedes. Sin embargo, en las pruebas de pretemporada de Bahrein quedó expuesto que Red Bull ha tomado un camino distinto.
A diferencia del RB19, que inspiró los autos del resto de las escuderías, los pontones presentan ahora una innovadora inversión: el labio superior alargado es ahora la característica distintiva. Además, su entrada de aire, bautizada como Estilo Tiburón por su semejanza con la cabeza de un escualo, desafía las expectativas.
El RB20 no solo sorprende en el diseño de los pontones, sino también en el tamaño reducido de la entrada de aire en comparación con años anteriores. A pesar de ello, se han añadido otros puntos de refrigeración para mantener el rendimiento del monoplaza.
En la parte posterior, una de las actualizaciones más notables se encuentra tras el halo. Red Bull ha introducido conductos voluminosos que recuerdan a la propuesta inicial de Mercedes el año pasado, pero con una variante más imponente.
Estos conductos no solo tienen fines aerodinámicos, canalizando aire hacia el difusor para generar más carga aerodinámica trasera, sino que también sirven como puntos de refrigeración.
Un detalle que no escapó a los observadores más agudos fue la presencia de diminutas aberturas en la parte delantera del chasis del monoplaza. Estas, ya presentes en las primeras imágenes y confirmadas durante las pruebas, no solo cumplen una función aerodinámica, sino que también están destinadas a la refrigeración del motor.
El concepto aplicado por Newey en el RB20 tomó por sorpresa a toda la parrilla. Pero eso tiene una explicación según el ingeniero: “Teníamos claro que todos los demás copiarían nuestro coche del año pasado. Si sólo hubiéramos confiado en un mayor desarrollo, habríamos sido vulnerables”.
El genio detrás de este innovador diseño ha expuesto sus cartas. Sin embargo, la revolución no se detiene aquí ya que están previstas más evoluciones a lo largo del año. Sin dudas, el reinado de Red Bull lejos está de caer.