Con la Fórmula 1 en la fase final de la temporada 2021, Red Bull Racing tiene claro que necesita de sus dos pilotos para poder ganarle a Mercedes la Copa de Constructores, cetro que conquistó por última vez en 2013. Al neerlandés Max Verstappen no le exigen nada ya que está peleando por el título de pilotos con el inglés Lewis Hamilton, pero no sucede lo mismo con el mexicano Sergio Pérez…
Más allá del triunfo en el GP de Azerbaiyán, que llegó por la rotura de un neumático de su coequipier, la temporada de Checo Pérez ha sido bastante irregular como se refleja en su posición en el torneo: está quinto con 120 puntos, 19 menos que el británico Lando Norris (McLaren).
De las 15 competencias que ha disputado hasta ahora, sumó en once y su último podio lo logró en el GP de Francia… Suficiente como para que en la escudería austríaca le metan presión.
“Necesitamos desesperadamente que esté ahí arriba en las carreras que faltan”, le dijo Christian Horner, responsable del team, a RaceFans. Más allá de su pedido, el team-manager reconoció que el azteca ha sufrido una combinación de “mala suerte y otros infortunios”…
“Podría haber terminado en el podio en las dos últimas carreras. En Monza tuvimos un problema con los límites de la pista y en Sochi tuvo una mala parada en boxes y luego una mala elección de neumático”, reconoció.
“Las cosas podrían haber ido de otra forma para él, pero estoy seguro de que en las siete carreras que quedan las cosas cambiarán”, admitió Horner.
Pérez ya tiene su lugar asegurado para 2023, pero en Red Bull solo Verstappen es dueño de su butaca. En los últimos años el team austríaco ha demostrado que no le tiembla el pulso al momento de bajarle el pulgar a los pilotos que no le rinden como ya ha sucedido con el ruso Daniil Kvyat, el francés Pierre Gasly y el tailandés Alex Albon. ¿Correrá la misma suerte Checo?