El sexto puesto que consiguió el mexicano Sergio Pérez en el Gran Premio de Austria tuvo sabor a poco luego de largar desde el tercer lugar. Sin dudas, el piloto de Red Bull no tuvo un gran domingo, principalmente en las batallas “cuerpo a cuerpo”.
El primer encontronazo lo tuvo en las primeras vueltas cuando le quiso ganar el segundo lugar al inglés Lando Norris (McLaren) transitando una curva por afuera. Checo se quedó sin pista y quedó décimo en el pelotón. Las autoridades consideraron que Norris no le dejó el suficiente espacio y lo penalizaron con cinco segundos.
Sobre la final de la carrera, Pérez se topó con el monegasco Charles Leclerc (Ferrari). La disputa fue intensa y con toques, pero producto del fragor de la lucha. No obstante, las maniobras fueron reprobadas por los Comisarios Deportivos, que penalizaron dos veces al azteca con cinco segundos.
“Es difícil para el director de carrera, pero sentí que quizá los incidentes que vimos se acercaban más a incidentes de carrera que a merecer penalizaciones”, analizó Christian Horner, responsable de Red Bull.
“Lo de Checo y Lando fue un incidente de carrera. Vas por el exterior, afrontas el riesgo, sobre todo cuando no estás en la posición de estar por delante, pero creo que después de que la FIA impusiera esa primera penalización, no podía no sancionar un movimiento muy similar con Charles”, remarcó.
Por todo eso el team-manager pidió más flexibilidad al momento de juzgar una maniobra: “Estos chicos han corrido en karting desde que son niños y saben que si vas por el exterior, afrontas el riesgo, sobre todo si no estás por delante, así que creo que las penalizaciones fueron un poco duras y que ligeramente fueron en contra del mantra de ‘permitir que luchen’ por el que hemos abogado en los últimos años”.