El caótico final del Gran Premio de Azerbaiyán de Fórmula 1, que quedó en poder del mexicano Sergio Pérez (Red Bull), tuvo su momento más intenso en la segunda largada que se realizó solo para completar una vuelta de carrera después de la bandera roja que apareció por el abandono del neerlandés Max Verstappen (Red Bull) tras la rotura del neumático trasero izquierdo. Allí el azteca se mantuvo al frente del pelotón después de aprovechar la pasada de largo del inglés Lewis Hamilton (Mercedes), que partía segunda. ¿Pero qué fue lo que ocurrió con el campeón?
“Hay un botón que nos ayuda a mantener los frenos delanteros en temperatura y, cuando Pérez se detuvo para doblar, reaccioné y accidentalmente accioné el interruptor. Se bloquearon las ruedas y seguí de largo”, explicó Hamilton, que terminó 15° y por eso se perdió la gran posibilidad de recuperar el primer lugar del torneo que sigue en manos de Verstappen.
El interruptor en cuestión se llama Botón Mágico y se utiliza para equilibrar los frenos. Al volver a accionarlo el poder de frenado se fue hacia el tren delantero y la Flecha Negra no pudo hacer correctamente la primera curva. “Fue un problema de dedos”, resumió Toto Wolff, responsable de la escudería alemana, a Sky Sports.
El Botón Mágico está en el volante del auto y se utiliza para lograr una óptima temperatura de los frenos alterando la regeneración híbrida y sus configuraciones de polarización.
Como indica una instrucción que tiene el volante, es fundamental apagar este interruptor justo antes de las largadas. El múltiple campeón lo desactivó, pero volvió a pulsar justo después de la salida, lo que hizo que se fuera largo en la Curva 1. Sin dudas, un error que podría costarle muy caro al final del año…