El diluvio que impidió el normal desarrollo de la edición 2021 del Gran Premio de Bélgica de Fórmula 1 (después de varias horas de espera solo se dieron un par de vueltas con auto de seguridad en la pista para que la prueba otorgue la mitad de puntaje) hizo reflexionar al francés Jean Todt, presidente de la Federación Internacional del Automóvil.
“Hubo muchos que criticaron lo que se decidió en Spa, pero ¿qué habría pasado si después de la salida hubiéramos tenido un accidente con diez coches que resultara en pilotos heridos o algo peor?”, se preguntó el galo.
“Habríamos sido masacrados e incluso si nadie se hubiera lesionado habríamos sido criticados”, se respondió asimismo el ex navegante y ex responsable del equipo Ferrari de F.1.
“¿Se acuerdan de Niki Lauda en Fuji en el 76? Fue el único de los pilotos que renunció a correr bajo la lluvia. Hoy todos los pilotos piensan como ese Lauda de entonces”, reflexionó Todt recordando aquella carrera en la que le austríaco perdió el cetro por decidir no competir en una pista complicada por las condiciones climáticas adversas.
Por lo expuesto, el directivo del ente rector afirmó que se debería hacer algo para evitar que esto suceda nuevamente. “Para el reglamento de 2025 debemos pensar en tener coches que puedan conducirse incluso en condiciones de lluvia”, subrayó.
Si bien Todt dejará su cargo a fin de año, es posible que su postura sea tenida en cuenta por el próximo presidente de la FIA. De ser así, los ingenieros de la F.1 tendrán un gran desafío. Es que las propias características que tiene la categoría dificultaría la creación de autos que sean igual de rápidos y seguros con poca adherencia.