En Porsche, los concept cars innovadores siempre han sentado las bases del futuro. El Mission X presentado por la marca de Suttgart en el marco de la celebración por sus 75 años es una muestra de ello. Se trata de una espectacular reinterpretación de un hypercar, con puertas al estilo Le Mans, que se abren hacia arriba y hacia delante, y sistema de propulsión eléctrico eficiente y de altas prestaciones.
Unas dimensiones aproximadas de 4,5 metros de largo y 2 de ancho, hacen del Mission X un hypercar relativamente compacto. Con una distancia entre ejes de 2,73 metros, tiene las medidas del Carrera GT o el 918 Spyder. Por motivos aerodinámicos, lleva ruedas de diferente tamaño, con llantas de 20 pulgadas delante y de 21 pulgadas detrás.
El Mission X representa la cumbre de las prestaciones y del lujo contemporáneo. Al mismo tiempo, su forma esculpida y sus líneas musculosas demuestran que los hypercars no tienen por qué parecer agresivos.
La carrocería, de altura inferior a 1,2 metros, está acabada en color Rocket Metallic, una elegante pintura especialmente concebida para este prototipo. Bajo la línea de cintura se encuentran elementos de diseño de tejido de carbono. Estos componentes están barnizados en un acabado satinado y ligeramente coloreados, pero su estructura material sigue siendo reconocible.
Las llantas presentan detalles elaborados. Las del eje trasero están dotadas de aeroblades casi transparentes, con forma de turbina, para lograr una mejor refrigeración del sistema de frenos.
Una ligera cúpula de cristal con un exoesqueleto de plástico reforzado con fibra de carbono se extiende sobre ambos ocupantes. Las puertas de estilo Le Mans están fijadas a los pilares A y al techo. Se abren hacia delante y hacia arriba. Este tipo de puerta se utilizó anteriormente en el legendario Porsche 917.
Otro elemento que llama la atención es la firma lumínica: para el Mission X, los diseñadores han reinterpretado el característico gráfico de cuatro puntos de Porsche. La forma vertical de la base de los faros se inspira en modelos de históricos de competición, como el Porsche 906 o el 908, trazada hacia abajo casi llegando a la carretera.
La atención al conductor se aprecia en la asimetría del interior y en su concepto cromático. Los dos asientos tienen colores diferentes. Aparte de los elementos de cuero en color marrón Andalucía, el asiento del conductor es de color gris Kalahari y forma una sola unidad cromática con la consola central y el salpicadero. El asiento del acompañante es de color marrón Andalucía.
Además de las estructuras de los asientos hechas de CFRP y sus cinturones de seguridad de seis puntos integrados en el chasis monocasco, otros paralelismos con la competición son el volante abierto por la parte superior, dotado de interruptores y levas de cambio. Hay varias cámaras a bordo y la grabación se inicia en cuanto el conductor pulsa el botón REC del mando multifunción.
Otro elemento destacado se encuentra en el lado del acompañante, donde hay un sistema integrado de fijación en el salpicadero que permite acoplar un módulo de cronómetro. Para el Mission X, Porsche Design ha creado específicamente uno con un cronómetro de pantalla analógica y digital. Los relojes están diseñados para su uso tanto en circuito como en rallye y pueden mostrar los tiempos por vuelta o los datos esenciales de la conducción, entre otra información.
Porsche ejemplifica el rendimiento eléctrico y también es pionera en movilidad sostenible. Este prototipo cumple ampliamente ambos propósitos. Aunque Porsche no confirmo que el Mission X, explicó que si lo hiciera primero debería cumplir los siguientes objetivos:
- Ser el vehículo homologado para carretera más rápido en Nürburgring Nordschleife.
- Tener una relación entre potencia y peso de aproximadamente un caballo por kilogramo.
- Alcanzar valores de apoyo aerodinámico muy superiores a los del 911 GT3 RS actual.
- Ofrecer una capacidad de carga significativamente mejorada con su sistema de 900 voltios y ser aproximadamente el doble de rápido en el proceso que el actual líder de Porsche, el Taycan Turbo S.
Seguramente, los ingenieros de Porsche ya están trabajando para que el Mission X cumpla con todas estas metas.