La decisión de la Federación Internacional del Automóvil de crear un código de conducta para que los pilotos y equipos rusos participen en competencias internacionales en medio de la guerra entre Rusia y Ucrania no ha sido bien recibido por Roman Rusinov, piloto y propietario del G-Drive Racing.
El documento propuesto por la FIA les permite a los pilotos y equipos rusos correr como “neutrales”, pero les prohíbe exhibir símbolos de su país y expresarse sobre el conflicto.
“Me niego a aceptar las condiciones discriminatorias de la FIA. El objetivo de cada atleta es el de escuchar el himno nacional de su país en el podio. Durante más de diez años de experiencia internacional, nuestro equipo lo ha hecho más de una vez. Hemos alzado la bandera rusa y hemos escuchado y cantado nuestro himno”, comentó Rusinov en un comunicado de prensa.
“Por el bien de mis aficionados, de mis compañeros de equipo y del honor deportivo, no voy a firmar el documento de la FIA. Es mejor no pilotar en absoluto. Ahora, estamos considerando varios proyectos para desarrollar el automovilismo en nuestro país”, añadió.
“G-Drive Racing siempre ha sido internacional. Tenemos a pilotos, mecánicos, ingenieros de muchos países diferentes. Si les hubiésemos pedido que renunciasen a su bandera, experiencia y nombre, este buen ambiente y las victorias nunca habrían existido. Es una lástima que ellos tampoco puedan competir. Sinceramente, espero que podamos volver pronto a la competición internacional”, concluyó el propietario del equipo que el año pasado tuvo en sus filas al argentino Franco Colapinto.
La decisión de Rusinov de no aceptar las reglas de la FIA obligará a su compatriota Daniil Kvyat y a la alemana Sophia Flörsch a buscar nuevas alternativas para el presente año ya que tenían pensado correr con G-Drive Racing en la categoría LMP2 del Mundial de Resistencia.