En marzo de 2014, Peugeot Sport confirmó su regreso al Dakar, competencia que hasta ese momento había ganado en cuatro oportunidades entre 1987 y 1990. Luego del anunció, que le dio un nuevo impulso a la carrera más extrema del mundo, la marca francesa presentó en sociedad a la máquina para ese ansiado retorno: el Peugeot 2008 DKR.
Lejos de ser simplemente un ejercicio de estilo, el vehículo se creó como una postura agresiva dictada por los requerimientos técnicos asociados a su misión. “Le dimos unas instrucciones muy precisas al Centro de Estilo de Peugeot. Les suministramos las dimensiones básicas, así como información relacionada con el espacio de la cabina, el tamaño de las ruedas y el recorrido de la suspensión. También tenían datos aerodinámicos resultantes de nuestro trabajo de simulación previa”, explicó Jean-Christophe Pailler, jefe de proyecto en Peugeot Sport.
Para su creación el equipo de diseño de la marca francesa tuvo que responder a una pregunta fundamental en relación con la transmisión de la nueva bestia: ¿tracción en las cuatro ruedas o en dos? La decisión influyó de manera efectiva en dos áreas del diseño del coche. “Llevamos a cabo un análisis en profundidad de lo que ya existía en el mundo de los rally y sopesamos los beneficios de las distintas soluciones. Al final, se optó por un enfoque que era muy diferente al de la competencia. Dada la capacidad off-road de la transmisión de dos ruedas motrices y su posibilidad para funcionar en la arena, optamos por esta solución”, afirmó Pailler.
Estas consideraciones tuvieron un significativo efecto en cadena en lo que respecta al trabajo de los estilistas de Peugeot, pero los integrantes del equipo de diseño aceptaron con entusiasmo el reto de hacer el nuevo león.
“La principal dificultad residía en adaptar los ejemplos de estilo del modelo a los diferentes requerimientos técnicos impuestos por los terrenos hostiles visitados por la carrera”, señaló Giovanni Rizzo, diseñador del exterior del 2008. “Había dos formas en las que podríamos haber abordado esta tarea: mediante la adopción de una norma de 2008 y el injerto de piezas a medida o bien inspirándose en la definición de las formas generales del 2008 para diseñar un coche que cumpliera con los requerimientos inherentes a su misión. Finalmente, nos decidimos por el segundo camino para producir una versión renovada del 2008”.
La parte delantera resultó ser un reto más grande del esperado para el equipo de diseño. Así lo relató Michaël Trouvé, Peugeot Design Manager: “Debido a que se necesitaba una buena manejabilidad, el ángulo de aproximación tenía que ser muy alto. Esto significó un voladizo muy corto, que a su vez dio lugar a un diseño front-end que era muy diferente al de la versión de producción. El equipo técnico no dudó en escuchar nuestros argumentos y aceptó reubicar ciertas partes que podrían haber sido un problema para nosotros. Eso nos dio un poco de libertad para diseñar un frontal que se pareciera lo más posible a la mirada del coche normal”.
El 2008 DKR contó con un motor V6 biturbo diésel con 2993cc, 800 Nm de par y 340 CV potencia. Se colocó en la parte posterior, dejando en el frontal el sistema de refrigeración.
Los franceses Stéphane Peterhansel y Cyril Despres, luego de cerrar su etapa como motociclista, y el español Carlos Sainz utilizaron el vehículo en el regreso al Dakar. El resultado no fue el mejor ya que Peterhansel, el piloto mejor ubicado del trío, arribó 11º. Sin embargo, Peugeot no bajó los brazos y partiendo de la base del 2008 DKR mejoró el auto y logró las victorias en 2016 y 2017 con el mismo Peterhansel.
[sam_pro id=1_20 codes=”true”]
