Nacido el 27 de enero de 1944 en la ciudad inglesa de Birmingham, Nicholas Berkeley Mason tiene el honor de ser uno de los miembros fundadores de la legendaria banda de rock Pink Floyd. Eximio baterista y compositor (fue coautor de “Echoes” y “Time”), Nick ama tanto la música como la velocidad, algo que se refleja en una gran colección de vehículos.
Mason, al que suele verse de vez en cuando en el programa inglés Top Gear, tuvo la idea de mostrárselos al mundo a través de un par de libros que publicó en 1998 y 2010. Los nombres de las obras no dejaron lugar a dudas sobre su contenido. Se llaman “Pasión por la velocidad”. El primero hablaba sobre “22 autos clásicos que dieron forma a un siglo del deporte motor”. El segundo, realizado en colaboración con el piloto Mark Hales, destacaba otros 24 vehículos y de yapa traía un CD con el sonido de cada uno de los elegidos.
En su garaje, el baterista tiene más de 40 coches de todas las épocas y prestaciones. “Compré varios, pero también tuve que desprenderme de otros porque así es el negocio”, confesó alguna vez. La lista de máquinas incluye Ferrari 250 GTO, Bugatti T35, Maserati 250F, Ferrari F40, Ferrari Enzo, Porsche 962, McLaren F1 GTR, Aston Martin LM18 y Ford Modelo T. Hasta tiene un Fórmula 1. Se trata de una Ferrari 213 T3 que manejó el canadiense Gilles Villeneuve en 1978. Por suerte para el público, todos los años saca a pasear algunos de estas joyas en el legendario Festival de la Velocidad de Goodwood.
De más está decir que el baterista es un gran fanático de Ferrari. “Es increíble el magnetismo que tiene sobre las personas, incluso los niños. Creo que es como un equipo de fútbol. Una vez que lo conociste, no te puedes desprenderte de ese sentimiento. Ferrari tiene magia y mucho tiene que ver la Fórmula 1 porque ha estado desde sus comienzos no como otros equipos que han ido y venido. Hay algo emocional en Ferrari que tal vez solo se pueda encontrar también en Porsche”, dijo hace poco en una entrevista.
Siempre que el tiempo se lo permitió, Mason se dio el gusto de sentir la velocidad en alguna pista. Y no en cualquiera ya que corrió cuatro veces en las 24 Horas de Le Mans (1979, 1980, 1982 y 1984). El mejor resultado lo consiguió en su debut cuando finalizó 18º con un Lola T297-Ford Cosworth del Dorset Racing Associates que compartió con sus compatriotas Brian Joscelyne, Tony Birchenhough y Richard Jenvey.
Otra de sus aventuras fue en la reedición de la Carrera Panamericana de México que se hizo en 1991. Allí hizo equipo con David Gilmour, quien dañó su Jaguar C-Type réplica de 1952 y no puedo llegar al final. Mason, en cambio, vio la bandera de cuadros en el sexto lugar con el otro C-Type. Una actuación brillante si se tiene en cuenta que intervinieron 240 competidores.
De esa presentación existe un documental que tiene varios temas de Pink Floyd y canciones como “Run like Hell”, “Pan Am Shuffle” y “Carrera Slow Blues” compuestas por Gilmour, Mason y Richard Wright, que volvió a la banda en 1988. “Fue una experiencia memorable por los paisajes que vimos”, resumió Mason, quien comparó la experiencia con otra prueba de este tipo como la Mille Miglia italiana.
El amor de Nick Mason por la música y los autos sigue intacto a pesar de su edad. Se nota en cada solo de batería y cuando acelera el motor de algunas de sus preciados tesoros.
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